Calprotectina

Qué es la calprotectina como biomarcador?

Calprotectina es una proteína que forma parte del citoplasma – la sustancia que rellena la célula entre el núcleo y la membrana que lo contiene – de un tipo de células de la sangre llamadas neutrófilos. También se encuentra en el citoplasma de los macrófagos, un tipo de células del sistema inmune que se deriva de un progenitor común a los neutrófilos. Normalmente, los neutrófilos circulan en la sangre pero migran hacia los sitios donde hay una infección o una inflamación, junto con varias proteínas del plasma, la porción líquida de la sangre. En la inflamación intestinal, la mucosa intestinal (el tejido que recubre el interior del intestino) está poblada de neutrófilos, los neutrófilos atraviesan la mucosa hacia lo que llamamos la luz intestinal, donde se produce su ruptura (lisis) liberando calprotectina, la cual aparece luego en las heces donde se puede detectar y cuantificar. La calprotectina fecal es por eso un muy buen biomarcador para identificar con precisión la inflamación intestinal. La inflamación intestinal ocurre en las Infecciones Intestinales y en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (IBD, por sus siglas en inglés), pero no ocurre en varias otras condiciones que afectan la función intestinal y que se presentan con síntomas similares. Por tanto, el examen de la calprotectina fecal se puede usar para ayudar a distinguir entre las enfermedades inflamatorias y las no inflamatorias del intestino, como el Síndrome de Intestino Irritable (IBS, por sus siglas en inglés), un desorden funcional no orgánico del intestino que se expresa con síntomas similares al IBD pero sin causar inflamación intestinal.

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (IBD)

IBD es un grupo de desórdenes crónicos que se caracterizan por lesiones inflamatorias en la mucosa intestinal. No se conoce la causa del IBD, pero se cree que estas enfermedades se deben a procesos autoinmunes desencadenados ya sea por predisposición genética, infecciones virales y/o factores ambientales. Enfermedad de Crohn y colitis ulcerativa son las formas más comunes de IBD. Las personas con IBD hacen típicamente periodos de actividad de la enfermedad que alternan con periodos de remisión (espontáneos o, más frecuentemente, inducidos por el tratamiento). Durante los ataques de actividad los síntomas suelen ser deposiciones acuosas, frecuentes, con o sin sangre, dolor abdominal, pérdida de peso y fiebre. Estos síntomas disminuyen durante los periodos de remisión. Muchos pacientes pueden tener periodos de remisión prolongados antes del siguiente ataque de enfermedad activa. El examen de calprotectina fecal se puede solicitar para detectar y evaluar la actividad y la severidad de la inflamación intestinal en pacientes con IBD.

Cómo se mide calprotectina y cómo se usa para el diagnóstico y seguimiento de IBD?

Calprotectina se mide en muestra fecal y no es necesaria una preparación previa. La muestra se colecta en un recipiente limpio y seco y sin contaminación con orina o agua. La muestra es estable por 3 días a temperatura ambiente, 8 días en refrigeración y 30 días en congelación. La concentración de calprotectina en heces se mide mediante una técnica de ELISA.

El médico puede ordenar un examen de calprotectina fecal cuando está investigando la causa de una diarrea acuosa persistente o una diarrea con sangre en un paciente. Puede pedir al mismo tiempo otros exámenes como un cultivo de heces para buscar una infección por una bacteria patógena, un examen de sangre oculta en heces y un extendido fecal para buscar leucocitos intactos. Si estos exámenes indican que hay un proceso inflamatorio intestinal de causa no infecciosa, el médico puede solicitar algunos exámenes en sangre, como velocidad de sedimentación y proteína C reactiva, que le van a dar una idea del grado de inflamación en todo el cuerpo.

El médico puede ordenar el examen de calprotectina fecal como ayuda para decidir si debe solicitar una endoscopía (colonoscopía o rectosigmoidoscopía) cuando sospecha IBD. Los niveles fecales de calprotectina están elevados en IBD y no en IBS. La calprotectina fecal no es una prueba diagnóstica de IBD. El diagnóstico de IBD se hace usualmente mediante endoscopía examinando el interior de los intestinos y obteniendo una pequeña muestra de tejido (biopsia), para evaluar las características de la inflamación y los cambios en la estructura del tejido intestinal. La endoscopía con biopsia es un procedimiento invasivo y es menos probable que sea necesario si no se detecta inflamación mediante el examen de calprotectina fecal.

Hecho el diagnóstico de IBD y conseguida la remisión de síntomas con el tratamiento, el médico puede solicitar una medición de calprotectina fecal como seguimiento. Una calprotectina fecal < 250 µg/g después de tratamiento exitoso correlaciona muy bien con hallazgo endoscópico de mucosa curada. Así mismo, en un paciente con IBD en plena remisión, niveles de calprotectina < 150 µg/g indican un riesgo bajo de recurrencia.

Se puede pedir el examen de calprotectina fecal en un paciente con IBD que tiene síntomas que sugieren una reactivación de su enfermedad, para detectar tanto la actividad de la inflamación como evaluar su severidad y decidir qué hacer. Por ejemplo, si el paciente tiene una elevación moderada de la calprotectina fecal, se puede esperar y repetir el examen varias semanas después para ver si la calprotectina se mantiene moderadamente elevada, ha incrementado su nivel o ha retornado a niveles normales.

La importancia de diferenciar entre IBD y IBS

IBD y IBS se presentan con síntomas muy similares. El diagnóstico diferencial entre estas dos entidades es de considerable interés en la gastroenterología clínica. Los niveles fecales de calprotectina están elevados en IBD pero no en IBS por lo que es un buen biomarcador para distinguir entre dos condiciones con manifestaciones clínicas muy similares.

En resumen, qué es necesario tener en cuenta respecto a calprotectina?

  • El médico puede pedir la prueba de calprotectina fecal cuando un paciente tiene síntomas que sugieren que una inflamación gastrointestinal podría estar presente y el médico quiere distinguir entre IBD y IBS, otra condición intestinal no inflamatoria que se presenta con los mismos síntomas.
  • La calprotectina fecal no es una prueba diagnóstica de IBD. El diagnóstico de IBD se hace mediante endoscopía (colonoscopía o rectosigmoidoscopía) y biopsia.
  • Un nivel elevado de calprotectina fecal indica que puede haber una inflamación en el tracto gastrointestinal pero no indica ni su localización ni su causa. El grado de elevación de la calprotectina fecal indica generalmente la severidad del proceso inflamatorio.
  • El médico puede pedir la prueba de calprotectina fecal cuando quiere determinar si una endoscopía (colonoscopía o rectosigmoidoscopía) puede o no ser necesaria.
  • Un incremento en la calprotectina fecal se ve en IBD pero también en infecciones bacterianas, algunas parasitosis y en cáncer colo-rectal. Si la causa de la inflamación no es infecciosa, una endoscopía (colonoscopía o rectosigmoidoscopía) puede ser necesaria para determinar la causa.
  • Un valor bajo de calprotectina fecal (usualmente < 50 ug/g) indica que los síntomas y signos son probablemente debidos a una enfermedad intestinal no inflamatoria, como el síndrome de intestino irritable (IBS), o una infección gastrointestinal viral. En estos casos, una endoscopía (colonoscopía o rectosigmoidoscopía) podría no ser necesaria.
  • En pacientes con IBD la calprotectina fecal puede estar bastante elevada al momento del diagnóstico inicial.
  • Una calprotectina fecal < 250 µg/g después de tratamiento exitoso correlaciona muy bien con el hallazgo endoscópico de mucosa curada.
  • En un paciente con IBD en plena remisión, niveles de calprotectina < 150 µg/g indican un riesgo bajo de recurrencia.
  • Cuando un paciente con diagnóstico de IBD en remisión presenta síntomas que sugieren que puede estar haciendo una reactivación de su enfermedad, el médico puede pedir la prueba de calprotectina fecal tanto para confirmar la reactivación como para evaluar su severidad.
  • Un nivel moderadamente elevado de calprotectina fecal indica que hay algún grado de inflamación o que la condición del paciente está empeorando. Si en un nuevo examen la calprotectina sigue moderadamente elevada o se ha incrementado puede ser necesario hacer una evaluación más extensa que puede incluir una endoscopía (colonoscopía o rectosigmoidoscopía).
  • Cualquier cosa que causa inflamación en el intestino puede causar incremento en la calprotectina fecal.
  • La calprotectina fecal puede incrementar con el uso de anti-inflamatorios no esteroideos (AINES), especialmente cuando estos medicamentos causan sangrado intestinal.
  • La cantidad de calprotectina fecal normal es dependiente de la edad. Por ejemplo, un recién nacido sano puede tener una cantidad de calprotectina fecal que sería anormal para un niño grande o un adulto. Es necesario tomar en cuenta esto a la hora de interpretar un resultado de calprotectina fecal emitido por el laboratorio en una muestra de un niño.
  • Hay exámenes en sangre como velocidad de sedimentación y proteína C reactiva que detectan inflamación pero no proporcionan la misma información acerca de la inflamación gastrointestinal como la prueba de calprotectina en heces.
  • La prueba de calprotectina fecal es un examen especializado y no es ofrecido por todos los laboratorios. Un laboratorio general puede recibir la muestra y enviarla al laboratorio de referencia para el examen.

Referencias

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  3. Bar-Gil Shitrit A et al. A prospective study of fecal calprotectin and lactoferrin as predictors of small bowel Crohn’s disease in patients undergoing capsule endoscopy. Scand J Gastroenterol 2017; 52:328-33. PubMed 27841040
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  7. Jauregui-Amezaga A et al. Accuracy of advanced endoscopy and fecal calprotectin for prediction of relapse in ulcerative colitis: a prospective study. Inflamm Bowel Dis 2014; 20:1187-93. PubMed 24874457
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  9. D’Haens G, et al. Fecal calprotectin is a surrogate marker for endoscopic lesions in inflammatory bowel disease. Inflamm Bowel Dis 2012; 18:2218-24. PubMed 22344983
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  11. van Rheenen PF, et al. Faecal calprotectin for screening of patients with suspected inflammatory bowel disease: diagnostic meta-analysis. BMJ 2010; 341:c3369. PubMed 20634346
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  15. Tibble JA, et al. Surrogate markers of intestinal inflammation are predictive of relapse in patients with in­flammatory bowel disease. Gastroenterology 2000; 119:15-22. PubMed 10889150

Sitios web útiles sobre este tema

MedlinePlus Medical Encyclopedia: Crohn’s disease
Crohn’s and Colitis Foundation of America: Diagnosing and Managing IBD
National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK): Crohn’s Disease 
National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK): Ulcerative Colitis

(11-43) Qué tasa de remisión se está consiguiendo con las terapias contemporáneas para enfermedad inflamatoria intestinal?

El objetivo final de la terapia medicamentosa de la enfermedad inflamatoria intestinal (IBD) es lograr la remisión. A pesar de la disponibilidad de nuevos medicamentos, existe la percepción que la eficacia de estos es insatisfactoria en cuanto a lograr una mejor tasa de remisión y reducir la necesidad de tratamiento quirúrgico. El tratamiento médico fallido en IBD se define como la falta de respuesta primaria o pérdida de respuesta (ausencia de remisión), después de una respuesta inicialmente positiva, a un determinado medicamento; intolerancia al medicamento que motiva su descontinuación se considera también parte de la definición de falla (ref). Para corroborar la falla terapéutica, primero hay que aislar los síntomas causados por otras condiciones no relacionados a actividad de la enfermedad, principalmente problemas mecánicos (fístula, estenosis, intestino corto) e infecciones no diagosticadas (abscesos, infecciones entéricas, parásitos, tuberculosis, C. difficile); luego, la falta de respuesta se debe confirmar con marcadores séricos (proteína C reactiva) y fecales (calprotectina, lactoferrina) así como radiológicos (ultrasonido, tomografía computarizada, resonancia magnética) y/o evaluación endoscópica (ref). La gama terapéutica de fármacos actualmente disponible para el tratamiento del IBD comprende 5-aminosalicilatos (p.ej., mesalazina y sulfasalazina), esteroides, análogos de purina como azatioprina, ciclosporina, tiopurina metiltransferasa (TPMT), metotrexato, agentes anti-TNF (p.ej., infliximab, adalimumab, certolizumab pegol) y natalizumab (un anticuerpo monoclonal contra la molécula de adhesión celular alfa-4 integrina). Con el propósito de establecer cuáles son las tasas de remisión de IBD con los diferentes tratamientos médicos disponibles, Laurent Peyrin-Biroulet y Maurice Lémann (ref) (el Profesor Lémman falleció súbitamente en agosto 2010 cuando este estudio se estaba culminando), llevaron a cabo una revisión de artículos publicados entre 1966 y enero 2011 en revistas médicas acreditadas. Encontraron que en pacientes con colitis ulcerativa (UC) tratados con 5-ASA, la inducción y mantenimiento de remisión ocurre en 20% (rango, 9%-29.5%) y 53% (rango, 36.8%-59.6%), respectivamente. Con esteroides la remisión es de 52% (rango, 48%-58%) en enfermedad de Crohn (CD) y 54% en UC. El mantenimiento de remisión se reportó en 71% (rango, 56%-95%) de pacientes con CD en azatioprina por 6 meses a 2 años y en 60% (rango, 41.7%-82.4%) en UC a 1 año o más. Con metotrexato por 40 semanas o más, inducción y mantenimiento de remisión se obtuvo en 39% (rango, 19.3%-66.7%) y 70% (rango, 39%-90%) de pacientes con CD, respectivamente. Inducción de remisión se reportó en 32% (rango, 25%-48%), 26% (rango, 18%-36%) y 20% (rango, 19%-23%) de pacientes con CD en infliximab, adalimumab o certolizumab pegol, respectivamente. En los que respondieron inicialmente a la inducción, 45% (rango, 39%-59%) con infliximab, 43% (rango, 40%-47%) con adalimumab y 47.9% con certolizumab pegol mantuvieron la remisión 20-30 semanas después. En pacientes con UC tratados con infliximab o adalimumab se logró remisión en 33% (rango, 27.5%-38.8%) y 18.5%, respectivamente. La remisión se mantuvo en 33% (rango, 25.6%-36.9%) a la semana 30 con infliximab. Aproximadamente, un quinto de los pacientes (con CD o UC) necesitaron resección intestinal después de 2-5 años en tratamiento con biológicos. Los autores concluyen que la proporción de pacientes con IBD que logran remisión sigue siendo todavía baja (ref).

(11-24) Infliximab para Enfermedad de Crohn: qué hacer cuando el paciente no responde en la fase de mantenimiento?

Después de obtener una respuesta inicial a la dosis de ataque con infliximab en la Enfermedad de Crohn se debe continuar con una dosis de mantenimiento de 5mg/kg cada ocho semanas. Sin embargo, frecuentemente se requiere incrementar la dosis debido a una pérdida de efectividad en el tiempo. Desafortunadamente, esta intensificación de la dosis viene acompañada de un incremento de los efectos colaterales indeseables. Este estudio retrospectivo y multicéntrico se hizo para averiguar si acortar a seis semanas el intervalo de la dosis estándar de mantenimiento podría ser tan eficaz que usar 10 mg/kg cada ocho semanas (o 5 mg/kg cada cuatro semanas). Se incluyeron 94 pacientes (edad media: 29.8 años), 55 en el grupo de seis semanas y 39 en el grupo de doble dosis. Los datos demográficos y las características de la enfermedad fueron similares en ambos grupos aunque un número significativamente mayor de pacientes con recaída de síntomas en las semanas 5 a 7 fueron puestos en el esquema de 5 mg/kg/6 semanas (esto se debió a que el estudio fue abierto sin enmascaramiento). Una buena respuesta inicial a la intensificación del tratamiento ocurrió en 69% y 67% de los pacientes del grupo de seis semanas y del grupo de doble dosis, respectivamente (P = N.S.). La respuesta favorable a la intensificación de dosis se mantuvo por 12 meses en 40% de los pacientes del grupo de seis semanas y 29% en el grupo de doble dosis (P = N.S.). Los autores concluyen que en pacientes con Enfermedad de Crohn que recaen después de una dosis estándar de infliximab, especialmente si la recaída ocurre 5-7 semanas después de la infusión, acortar el intervalo de dosis a seis semanas parece ser tan efectivo como doblar la dosis a 10 mg/kg cada 8 semanas o 5 mg/kg cada cuatro semanas. (ref)

(11-11) Desenlace del embarazo en mujeres con enfermedad inflamatoria intestinal en tratamiento con anti-TNF

En un estudio de observación de mujeres con enfermedad inflamatoria intestinal (IBD) en tratamiento con anti factor de necrosis tumoral (anti-TNF), ya sea infliximab (IFX) o adalimumab (ADA), se evaluó el riesgo/beneficio de este tratamiento durante el embarazo. Se comparó el desenlace del embarazo en 42 mujeres que recibieron anti-TNF (35 IFX, 7 ADA) durante su embarazo (grupo 1) con el de otras 23 mujeres cuyo embarazo fue antes de que se les diagnosticara IBD (grupo 2), otras 78 diagnosticadas de IBD que embarazaron pero recibieron IFX sólo una vez terminado el embarazo (grupo 3), otras 53 mujeres que estuvieron expuestas a IFX indirectamente (grupo 4) y
56 mujeres sanas embarazadas elegidas como grupo de comparación (grupo 5). Treinta y dos de los 42 embarazos con exposición directa a anti-TNF (grupo 1) terminaron en el nacimiento de un bebe vivo con una edad gestacional promedio de 38 semanas (rango, 37-39). En el grupo total hubieron siete partos prematuros, seis recién nacidos con bajo peso y un caso de muerte fetal. Un varón nació a las 33 semanas pesando 1640 g y murió a los 13 días de nacido debido a enterocolitis necrosante. Hubieron en total ocho abortos (uno de ellos por decisión de la paciente). Se diagnosticó trisomía 18 en un feto de una mujer de 37 años con Enfermedad de Crohn que estaba recibiendo ADA (40 mg semanalmente) y el embarazo fue terminado. El desenlace del embarazo después de exposición directa a anti-TNF (grupo 1) no fue diferente de cómo ocurrió en los embarazos con exposición indirecta a anti-TNF (grupo 4) o los embarazos antes del tratamiento con anti- TNF (grupo 3) pero fueron peores que en los embarazos antes del diagnóstico de IBD (grupo 2). (ref)

(11-7) Infección por C. difficile y Enfermedad Inflamatoria Intestinal

Especialistas del Cincinnati Children’s Hospital Medical Center, Cincinnati, USA revisaron la historia clínica de 372 pacientes de 18 años de edad o menos con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (IBD) y encontraron que 29 de ellos habían tenido un total de 40 episodios de Enfermedad Asociada a Clostridium difficile (CDAD) entre agosto del 2007 y diciembre del 2008. Esto hace una incidencia anual de CDAD de 7.2%, 18 a 100 veces mayor que la esperada en pacientes de la misma edad sin IBD. La mayoría de casos de CDAD (85%) fueron adquiridos en la comunidad. En cinco de los 29 pacientes (17%) el episodio de CDAD ocurrió 2 a 8 semanas antes del diagnóstico de IBD; en otros 18, cuatro meses a 10 años después de hecho el diagnóstico de IBD, cuando la mayoría de ellos estaban considerados en remisión o con sólo actividad leve de la enfermedad. Sólo seis casos hicieron su episodio de CDAD dentro de las primeras ocho semanas desde establecido el diagnóstico de IBD. Exposición previa a antibióticos, un factor de riesgo conocido para CDAD, estuvo presente sólo en la mitad de los pacientes. Dado que los síntomas de un episodio de CDAD son similares a los de una exacerbación del IBD, los autores recomiendan examinar las heces de estos pacientes buscando las toxinas de C. difficile cuando esto ocurra porque el paciente podría necesitar terapia antimicrobiana antes que una terapia más agresiva del IBD. (ref) (link)