(11-26) Las hospitalizaciones por gastroenteritis en adultos en USA está en incremento y norovirus es el principal responsable

Investigadores del CDC analizaron una base de datos representativa de todo Estados Unidos de registros de alta de hospitales durante 1996-2007 y calcularon la tasa anual de altas por gastroenteritis y la frecuencia de rotavirus y norovirus como agente etiológico según edad. Se encontró un incremento de 50% o más en la frecuencia de altas por gastroenteritis en adultos de 18 años o más entre 1996 y 2007. Aunque el
porcentaje de altas sin diagnostico etiológico especificado fue de 69%, se estimó en 71,000 las altas anuales promedio debido a norovirus con picos de hasta 110,000 hospitalizaciones por año en épocas de epidemia. Se estimó en US$493 millones el costo anual de las hospitalizaciones por norovirus. El número de hospitalizaciones por rotavirus en pacientes de 5 años o más se estimó en 24,000 por año. Los autores concluyen que la frecuencia de hospitalizaciones por gastroenteritis en adultos en USA está en incremento y que norovirus debe considerarse rutinariamente como la causa principal de estas hospitalizaciones.(ref)

(11-25) La peor epidemia de infección por STEC en su historia afecta Alemania con inusual cantidad de casos de Síndrome Hemolítico Urémico varios de ellos fatales

Una epidemia de grandes proporciones de infección por E. coli productor de toxina Shiga (STEC) con muchos casos de Síndrome Hemolítico Urémico (SHU) y varios fallecidos se desató en el norte de Alemania desde la segunda semana de mayo 2011. Autoridades sanitarias de Alemania informaron que hasta el 28 de mayo había 300 casos de SHU con nueve casos fatales. Pepinillos importados del sur de España serían la fuente de esta epidemia aunque está aún por determinarse si vinieron contaminados de origen o se contaminaron en el trayecto o en Alemania. Se ha determinado preliminarmente que la cepa de STEC implicada en esta epidemia es la O104, una cepa muy rara que además carece de eae, el gen que codifica la proteína intimina que la bacteria usa  para adherirse a la pared intestinal, común a la gran mayoría de STEC. La mayor parte de personas afectadas en esta epidemia fueron adultos y mujeres cuando usualmente los niños y ancianos de cualquier sexo son la población en mayor riesgo. En vista de la inusual severidad de los casos con SHU, los médicos a cargo de los casos decidieron utilizar una droga experimental extremadamente cara llamada eculizumab que se usa actualmente para tratar hemoglobinuria paroxística nocturna. Coincidentemente, en un reciente número del New England Journal of Medicine se publicó una carta al editor que reporta el uso exitoso de esta droga en tres pacientes con formas severas de SHU (cit). Eculizumab es un anticuerpo monoclonal que bloquea el complemento 5 que está sobreactivado por la toxina Shiga y es responsable del daño tisular renal característico del SHU. Hasta fines de mayo 2011 no se había aclarado aun si la inusual severidad de esta epidemia se debe a que la bacteria produce una mayor cantidad de toxina o si posee otros factores de virulencia. (ref)

(11-20) Brote de cólera en Florida, USA: ostras crudas

Autoridades sanitarias han investigado un brote de cólera que hasta el 10 de mayo 2011 había afectado a 11 personas en el norte del estado de Florida. Ocho de las 11 personas afectadas habían consumido ostras crudas contaminadas con Vibrio cholerae O75, una variedad toxigénica rara de vibrio que hasta antes de este brote se había encontrado en esa zona sólo en casos esporádicos, 1-2 veces por año. Las ostras provienen de la bahía Apalachicola que forma parte del Golfo de México, en el norte de Florida, a unos 482 km de New Orleans. Se sospecha que unos trabajos de dragado que se estaban realizando en las cercanías del área de extracción de estas ostras habrían removido las bacterias del fondo del mar. El área fue cerrada y las autoridades del estado de Florida recomendaron a la población abstenerse de consumir ostras crudas mientras dure el brote. En un artículo publicado el 2008 en el CID (cit) se describe por primera vez el V. cholerae O75 como causa de diarrea severa. (ref)

(11-19) Métodos inmunoenzimáticos y moleculares son más sensibles que cultivo para detección de Campylobacter en muestras fecales

Investigadores del Centre National de Référence des Campylobacters et Helicobacters de Francia analizaron 242 muestras fecales para comparar la capacidad de detectar Campylobacter por métodos inmunoenzimáticos y moleculares en comparación con el cultivo. Las muestras provenían de pacientes sintomáticos de cualquier edad hospitalizados por menos de 48 horas y se cultivaron en microaerobiosis a 37°C tanto directamente en un medio selectivo con suplemento antibiótico como en un medio sin antibiótico con filtro Millipore. Las colonias sospechosas fueron confirmadas como Campylobacter en base a su motilidad, morfología con Gram y actividad de oxidasa. Al mismo tiempo, todas las muestras fueron examinadas mediante un método molecular extrayendo y analizando el DNA genómico con dos sistemas de PCR (in-house RT-PCR y Seeplex Diarrhea ACE Detection). Para el método inmunoenzimático se usaron dos en formato ELISA (Premier Campy y RidaScreen Campylobacter) y uno en formato de inmunocromatografía (InmunoCard Stat!Campy). De las 242 muestras examinadas, 23 (9.5%) fueron positivas para Campylobacter por alguno de los tres métodos. El cultivo detectó sólo 16 (69.6%) de las 23  muestras positivas. De las siete muestras negativas en cultivo, seis fueron positivas por todos los métodos moleculares e inmunoenzimáticos. La muestra restante fue detectada únicamente por PCR Seeplex Diarrhea ACE Detection y por Premier Campy y InmunoCard Stat!Campy. Los autores resaltan la falta de sensibilidad del cultivo y consideran que ELISA es actualmente el método más preciso para detectar Campylobacter en muestras fecales. (ref) (link)

(11-17) Diagnóstico y manifestaciones clínicas de la infección por STEC O157:H7 y no-O157:H7 en niños

Muestras fecales enviadas para buscar Escherichia coli productora de toxina Shiga (STEC) entre abril 2004 y septiembre 2009 en el Children’s Hospital Boston fueron analizadas tanto por cultivo en agar MacConkey-sorbitol (SMAC) como por un enzimoinmunoensayo que detecta toxinas Shiga 1 y 2 (Premier EHEC EIA – Meridian Diagnostics). El propósito del estudio fue comparar la utilidad diagnóstica de cada método para detectar STEC en niños y comparar las características clínicas de los que estuvieron infectados con STEC del serotipo O157:H7 y aquellos con infección por serotipos no-O157:H7. De 5,110 niños evaluados, 50 (0.9%) tuvieron infección por STEC confirmado en cultivo; 33 fueron O157:H7 y 17 no-O157:H7. El enzimoinmunoensayo (Premier EHEC) y el cultivo en SMAC detectaron 96% y 58% de los STEC confirmados por cultivo (cualquier serotipo), respectivamente. De los 33 STEC O157:H7 aislados en cultivo, 93.9% fueron detectados por enzimoinmunoensayo y 87.9% por SMAC. No hubo diferencias significativas en el cuadro clínico (severidad de la enfermedad) entre aquellos infectados con STEC O157:H7 y los infectados con no-O157:H7. Los autores concluyen que el enzimoinmunoensayo es significativamente más sensible que el cultivo en SMAC para el diagnóstico de STEC y que la severidad de la enfermedad en niños es similar con cualquiera de los serotipos de STEC. (ref)

(11-14) Uso de los exámenes parasitológicos por médicos en USA

EIA vs OP parásitosAunque los médicos usan preferentemente el examen parasitológico convencional por microscopía (O&P), varios estudios confirman que los inmunoensayos (ELISA) en muestras fecales son mas sensibles para detectar Giardia y Cryptosporidium. Investigadores del Department of Pathology, University of Utah School of Medicine revisaron los registros de solicitud de exámenes para parásitos de un laboratorio nacional de referencia entre los años 1997 y 2006 y durante un brote de infección por Cryptosporidium ocurrido en Utah el 2007. El propósito del estudio fue averiguar con qué frecuencia los médicos solicitaron exámenes parasitológicos por ELISA o por microscopía y cuál fue el rendimiento de cada uno de estos métodos para detectar parásitos. De 170,671 episodios 76.0% incluyó O&P, 27.9% antígeno fecal de Giardia por ELISA y 5.7% antígeno fecal de Cryptosporidium por ELISA. La mayoría de patógenos hallados fueron Giardia o Cryptosporidium y fue más frecuente hallarlos cuando se hizo ELISA que cuando se hizo sólo microscopía convencional (O&P) (3.4% vs. 1.4%, P < 0.001). Sin embargo, mas resultados fueron positivos cuando se hizo simultáneamente tanto microscopía convencional (O&P) como ELISA que en aquellos en los que se hizo solamente O&P (2.5% vs. 1.4%, P < 0.001). Durante las primeras 10 semanas del brote de Cryptosporidium, los médicos también usaron preferentemente O&P y no ELISA, pero no se detectaron casos de Cryptosporidium con O&P. Los autores de este estudio concluyen que los médicos frecuentemente usan O&P cuando el desempeño del examen y la epidemiología recomiendan el uso de ELISA o simplemente ningún examen. Los autores sugieren que el examen fecal de O&P se limite a pacientes con síntomas persistentes y resultados negativos con ELISA o cuando se sospecha que la parasitosis es por otro parásito distinto a Giardia o Cryptosporidium. (ref)

(11-12) Leucocitos fecales en niños con diarrea por Escherichia coli

Se examinaron y compararon 1,474 muestras fecales de niños menores de 2 años que participaron de un estudio de cohorte en Lima, Perú, 935 de las cuales correspondieron a episodios de diarrea y 539 a  controles sanos. El propósito fue determinar la presencia y cantidad de leucocitos fecales asociado a infección con algún tipo de Escherichia coli productora de diarrea (ECD) con o sin diarrea. Las muestras se cultivaron y se aislaron las bacterias entéricas patógenas comunes. Se utilizó multiplex RT-PCR para identificar los aislamientos de ECD. Se examinaron extendidos fecales coloreados con azul de metileno para identificar los leucocitos mediante microscopía por un observador independiente. Se examinó la presencia de lactoferrina fecal. Leucocitos fecales a > 10 x campo de gran aumento (cga) estuvieron presentes en 11.8% y 1.1% de las muestras correspondientes a episodios de diarrea y controles sanos, respectivamente (p < 0.001). La frecuencia de aislamiento de ECD fue similar en las muestras de episodios de diarrea como en los controles sanos. De las muestras fecales positivas para ECD como patógeno único, se encontraron leucocitos fecales (> 10 x cga) en 8.5% (18/212) de las muestras con diarrea y en 1.3% (2/157) de las muestras sin diarrea (p < 0,01). De las 99 muestras con diarrea positivas para ECD, 95% fueron positivas para lactoferrina fecal. Ajustando para la presencia de sangre en las heces, edad, sexo, desnutrición y lactancia materna, los aislamientos de E. coli enterotoxigénico, como germen único, estuvo fuertemente asociado con la presencia de leucocitos fecales (< 10 x cga) con un OR de 4.1 (intervalo de confianza al 95%: 1.08 a 15.51, p < 0.05). Los autores concluyen que la infección por ECD está claramente asociada a una respuesta inflamatoria aunque leve, durante una infección sintomática. (ref)

(11-10) Comparación de dos esquemas de tratamiento para la erradicación de Helicobacter pylori

Doscientos ochenta y dos pacientes con infección por Helicobacter pylori de un hospital de Turquía fueron asignados aleatoriamente a uno de dos grupos de tratamiento. El primer grupo (138 pacientes) recibió la terapia triple tradicional consistente en 30 mg de lansoprazol bid, 1 gramo de amoxicilina bid y 500 mg de claritromicina bid por 14 días. El segundo grupo (144 pacientes) recibió un esquema de tratamiento secuencial que consistió en 30 mg de lansoprazol bid y amoxicilina 1 gramo bid por 7 días, seguido de metronidazol 500 mg bid, tetraciclina 500 mg qid y lansoprazol 30 mg  bid por otros 7 días. Al final del tratamiento, la tasa de erradicación de H. pylori en el primer grupo fue de 53.6% en el análisis de intención-de-tratamiento (ITT) y 52.5% en el análisis por protocolo (PP). En el segundo grupo, que recibió el esquema secuencial de tratamiento, la tasa de erradicación fue de 72.2% y 77.6%, según el análisis ITT y PP, respectivamente. Esta diferencia en la tasa de erradicación observada al comparar ambos grupos fue estadísticamente significativa. La frecuencia de eventos adversos fue también significativamente menor en el segundo grupo. (ref) (link)

(11-9) Vaciamiento gástrico disfuncional en infección por Helicobacter pylori

Investigadores de una universidad de Tokio, Japón llevaron a cabo un experimento en ratones para estudiar el mecanismo del trastorno de motilidad gástrica asociado con la infección por Helicobacter pylori. El propósito del experimento fue averiguar el rol que podrían cumplir en la patogénesis de este trastorno los microRNA, una variedad de RNA que modula la expresión genética e influye en las modificaciones epigenéticas sin alterar la secuencia del DNA. Examinaron el vaciamiento gástrico y secciones histológicas del estómago de ratones de la cepa C57BL/6 después de un periodo prolongado de infección experimental con H. pylori y lo compararon con un grupo control de ratones no infectados. Analizaron el perfil de expresión de miRNA mediante RT-PCR cuantitativo  y microarray. Encontraron el vaciamiento gástrico significativamente acelerado y engrosamiento marcado de capas musculares del estómago de los ratones infectados con H. pylori. El perfil de expresión del miRNA reveló que los miRNA-1 y miRNA-133, dos miRNAs específicos del músculo, estaban significativamente deprimidos en tanto que el HD4 y SRF, dos de los genes blanco del miRNA-1 y miRNA-133, se encontraban incrementados produciendo proliferación celular de mioblastos e hiperplasia muscular. Estos cambios epigenéticos proporcionan una  explicación de la patogénesis molecular de los trastornos de motilidad, asociados a la infección por H. pylori. (ref) (link)

(11-7) Infección por C. difficile y Enfermedad Inflamatoria Intestinal

Especialistas del Cincinnati Children’s Hospital Medical Center, Cincinnati, USA revisaron la historia clínica de 372 pacientes de 18 años de edad o menos con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (IBD) y encontraron que 29 de ellos habían tenido un total de 40 episodios de Enfermedad Asociada a Clostridium difficile (CDAD) entre agosto del 2007 y diciembre del 2008. Esto hace una incidencia anual de CDAD de 7.2%, 18 a 100 veces mayor que la esperada en pacientes de la misma edad sin IBD. La mayoría de casos de CDAD (85%) fueron adquiridos en la comunidad. En cinco de los 29 pacientes (17%) el episodio de CDAD ocurrió 2 a 8 semanas antes del diagnóstico de IBD; en otros 18, cuatro meses a 10 años después de hecho el diagnóstico de IBD, cuando la mayoría de ellos estaban considerados en remisión o con sólo actividad leve de la enfermedad. Sólo seis casos hicieron su episodio de CDAD dentro de las primeras ocho semanas desde establecido el diagnóstico de IBD. Exposición previa a antibióticos, un factor de riesgo conocido para CDAD, estuvo presente sólo en la mitad de los pacientes. Dado que los síntomas de un episodio de CDAD son similares a los de una exacerbación del IBD, los autores recomiendan examinar las heces de estos pacientes buscando las toxinas de C. difficile cuando esto ocurra porque el paciente podría necesitar terapia antimicrobiana antes que una terapia más agresiva del IBD. (ref) (link)