(13-75) Brote de Cyclospora en el medio oeste de Estados Unidos

CyclosporaDesde mediados de junio hasta el 13 de julio 2013 se han reportado al menos 60 casos confirmados de diarrea causada por Cyclospora en el estado de Iowa, Estados Unidos. Igualmente, en Nebraska, un estado contiguo a Iowa, se han reportado al menos 35 casos similares en el mismo periodo, la mayoría en el Condado Douglas que está en el límite entre ambos estados (ref) (ref). Las autoridades sanitarias de ambos estados no han identificado todavía la fuente de esta epidemia pero están preocupadas porque el número de casos identificados se ha duplicado en menos de una semana, aunque no necesariamente por casos nuevos o muy recientes (casi todos los casos empezaron su enfermedad en junio). La investigación epidemiológica se ha dificultado porque la mayoría de personas acuden por atención médica muchos días después del inicio de los síntomas, lo que hace más difícil trazar la posible fuente común. Continue reading “(13-75) Brote de Cyclospora en el medio oeste de Estados Unidos”

(12-58) Anisakidosis – una enfermedad emergente en el Perú?

Larvas de Anisakis libres en la cavidad abdominal de una merluza

Citando una publicación reciente de peru.com, que da cuenta de la muerte de cientos de pelícanos en el litoral norte del Perú y los hallazgos del Dr. Carlos Bocanegra de la Universidad Nacional de Trujillo quien sostiene que estas muertes se deberían a inanición de las aves por ausencia de anchoveta y cierta parasitosis, un experto de Pro-MED (Program for Monitoring Emerging Diseases), un sitio web patrocinado por la International Society for Infectious Diseases, especula que el parásito al que hace referencia el Dr. Bocanegra podría ser Contracaecum spp, un nemátode del orden Ascaridida, familia Anisakidae (ProMED 06 May 2012 Pelican die-off – Peru: parasites and malnutrition). Continue reading “(12-58) Anisakidosis – una enfermedad emergente en el Perú?”

(11-41) Qué parasitosis por protozoarios es la más frecuente en los Estados Unidos?

Según GIDEON (Global Infectious Diseases and Epidemiology Online Network), un thinktank privado basado en Los Angeles, California que mantiene una gigantesca base de datos sobre infecciones a nivel mundial, Giardia seguido por Cryptosporidium son los protozoarios más frecuentemente reportados en los Estados Unidos. Cyclospora está muy por debajo. Amebiasis ya no se reporta desde 1994 y ha sido completamente remplazado por Cryptosporidium (ref). GIDEON ha desarrollado una aplicación de diagnóstico médico  en línea que se actualiza semanalmente y sirve como fuente de información para el diagnóstico y consulta de enfermedades tropicales e infecciosas, epidemiología, microbiología y antimicrobianos (ref)

(11-40) Una evaluación hecha de manera sistemática puede identificar por lo menos un resultado anormal que podría ser la causa del dolor en la mayoría de niños con dolor abdominal recurrente

Investigadores de tres centros médicos no académicos de Holanda evaluaron de manera consecutiva 220 niños de 4 a 16 años de edad con dolor abdominal recurrente (RAP) que fueron referidos por sus médicos primarios para indagar la causa del dolor. Los pacientes fueron evaluados sistemáticamente siguiendo en todos ellos un protocolo que incluía una historia clínica estándar para caracterizar el dolor y los síntomas concomitantes, examen físico y una serie de exámenes auxiliares. Los exámenes incluyeron hemograma completo, velocidad de sedimentación, perfil renal y hepático, amilasa, calcio, fósforo, albúmina, IgE total, RAST con un panel de 6 alérgenos alimentarios, IgA total, anticuerpos de enfermedad celiaca, examen completo de orina, cultivo de orina, serología para Helicobacter, serología para Yersinia (inmunoblot), cultivo de heces, examen parasitológico de heces (incluyendo tinción de Kinyoun), antígeno fecal de Giardia por ELISA, antígeno fecal de Helicobacter por ELISA, prueba de hidrógeno en aliento con lactosa y fructosa, ecografía abdominal y radiografía simple de abdomen. Otros exámenes  como endoscopía, serie de esófago-estómago-duodeno con contraste y pHmetría esofágica de 24 horas se hicieron sólo en casos seleccionados, si se consideraba necesario. El promedio de edad de inicio del dolor fue 6 años y el promedio de tiempo de enfermedad con RAP fue 2.6 años (20% de los niños tenían dolor por al menos 5 años). Dos de cada tres (66%) de los pacientes tenían dolor 4 a 7 días a la semana, 54% habían sido despertados por el dolor en la noche al menos una vez y 15% habían perdido al menos un día de clases en la escuela a la semana. En poco menos de la mitad (46%) de los pacientes el dolor disminuía después de la defecación. Todos los niños tenían un peso y talla normales para la edad. En 11% había distensión abdominal, en 57% el abdomen estaba lleno o se palpaba el colon y en 26% el recto estaba ocupado al tacto rectal. Los exámenes dieron algún resultado positivo que podría ser la causa del dolor en 88% de los pacientes. Se encontró protozoarios, principalmente Dientamoeba fragilis, en 33%, Yersinia enterocolitica  en 12% e infección por H. pylori en 11%. La radiografía simple de abdomen mostró signos de constipación en 36%. Los autores concluyen que un enfoque sistemático como el que utilizaron con estos pacientes permite identificar al menos un resultado anormal que podría ser la causa orgánica del dolor abdominal recurrente en un alto porcentaje de pacientes que debería tomarse en cuenta antes de etiquetarlos como portadores de dolor abdominal funcional según los criterios de Roma. (ref)

(11-36) Metronidazol o Saccharomyces boulardii es mejor que placebo en la infección sintomática por Blastocystis hominis

Niños con síntomas abdominales (dolor abdominal, diarrea, náusea o vómitos, flatulencia) por al menos dos semanas, examen fecal positivo a Blastocystis hominis por microscopia y ausencia de enfermedades concomitantes fueron enrolados en un ensayo clínico para comparar la eficacia clínica y parasitológica de metronidazol (30 mg/kg dos veces al día por 10 días) o Saccharomyces boulardii (250 mg dos veces al día por 10 días) versus placebo. El propósito de este ensayo fue demostrar que el tratamiento es superior al no tratamiento y que S. boulardii puede ser igualmente eficaz como metronidazol, en niños inmunocompetentes con infección sintomática por B. hominis. Los niños elegibles fueron incluidos en uno de los tres grupos de tratamiento en forma aleatoria siguiendo un modelo simple-ciego. Se incluyeron 18 niños en el grupo A (S. boulardii), 15 en el grupo B (metronidazol) y 15 en el grupo C (placebo). La evaluación clínica y parasitológica se repitió a los 15 y 30 días después de la inclusión. Los niños en el grupo placebo que continuaron sintomáticos o que seguían excretando B. hominis en las heces en el día 15 fueron tratados con metronidazol por 10 días. Las características demográficas y clínicas de los tres grupos al momento de la inclusión fueron estadísticamente similares. Cura clínica en el día 15 se observó en 77.7%, 66.6% y 40% de los niños del grupo A, B y C, respectivamente (P < 0.05 grupo A vs. grupo C; P > 0.05 grupo B vs. grupo C, P > 0,05 grupo A vs. grupo B). Desaparición de los quistes de B. hominis en las heces en el día 15 ocurrió en 72.2%, 80% y 26.6% de los niños del grupo A, B y C, respectivamente (P < 0.05 grupo A vs. grupo C; P < 0.05 grupo B vs. grupo C; P > 0.05 grupo A vs. grupo B). En el día 30, la cura clínica subió a 94.4% y 73.3% (P > 0.05) y la cura parasitológica a 94.4% y 93.3% (P > 0.05) en el grupo A y grupo B, respectivamente. Estos resultados cuestionan el consenso actual que considera que B. hominis no es necesariamente un patógeno intestinal (cit) y muestran que el tratamiento de la infección sintomática por este parásito es beneficioso desde el punto de vista clínico y parasitológico. Interesantemente, este estudio se adiciona a otros ensayos previos que muestran que S. boulardii tiene propiedades antiparasitarias contra protozoarios como E. histolytica (cit) y Giardia (cit). (ref)

(11-14) Uso de los exámenes parasitológicos por médicos en USA

EIA vs OP parásitosAunque los médicos usan preferentemente el examen parasitológico convencional por microscopía (O&P), varios estudios confirman que los inmunoensayos (ELISA) en muestras fecales son mas sensibles para detectar Giardia y Cryptosporidium. Investigadores del Department of Pathology, University of Utah School of Medicine revisaron los registros de solicitud de exámenes para parásitos de un laboratorio nacional de referencia entre los años 1997 y 2006 y durante un brote de infección por Cryptosporidium ocurrido en Utah el 2007. El propósito del estudio fue averiguar con qué frecuencia los médicos solicitaron exámenes parasitológicos por ELISA o por microscopía y cuál fue el rendimiento de cada uno de estos métodos para detectar parásitos. De 170,671 episodios 76.0% incluyó O&P, 27.9% antígeno fecal de Giardia por ELISA y 5.7% antígeno fecal de Cryptosporidium por ELISA. La mayoría de patógenos hallados fueron Giardia o Cryptosporidium y fue más frecuente hallarlos cuando se hizo ELISA que cuando se hizo sólo microscopía convencional (O&P) (3.4% vs. 1.4%, P < 0.001). Sin embargo, mas resultados fueron positivos cuando se hizo simultáneamente tanto microscopía convencional (O&P) como ELISA que en aquellos en los que se hizo solamente O&P (2.5% vs. 1.4%, P < 0.001). Durante las primeras 10 semanas del brote de Cryptosporidium, los médicos también usaron preferentemente O&P y no ELISA, pero no se detectaron casos de Cryptosporidium con O&P. Los autores de este estudio concluyen que los médicos frecuentemente usan O&P cuando el desempeño del examen y la epidemiología recomiendan el uso de ELISA o simplemente ningún examen. Los autores sugieren que el examen fecal de O&P se limite a pacientes con síntomas persistentes y resultados negativos con ELISA o cuando se sospecha que la parasitosis es por otro parásito distinto a Giardia o Cryptosporidium. (ref)