(15-88) Intolerancia a la lactosa: Qué es…y qué no es

LecheLa lactosa es el azúcar de la leche; es el que le da el sabor dulce. Hay lactosa en la leche humana, en la leche de vaca, en general, en la leche de todos los animales mamíferos. La leche humana contiene más lactosa que la leche de vaca (aproximadamente 45% más). Tiene un porqué? No lo sabemos con certeza pero es posible que este exceso de lactosa de la leche humana ayude a los recién nacidos a formar heces suaves más fáciles de evacuar. Las mamás saben que si le dan fórmula a su recién nacido las heces son más secas y en menor número por día que si le dan su leche.

La lactosa es un azúcar compuesto (disacárido) formado por la unión de dos azúcares simples (monosacáridos): glucosa y galactosa. Cuando uno ingiere leche, la lactosa debe separarse en sus dos componentes como requisito para su absorción. Esta separación la hace una enzima llamada lactasa que está ubicada en la membrana que tapiza el intestino delgado (ver figura).

Lactosa 1

Si esta enzima no funciona o funciona sólo parcialmente, la lactosa no se desdobla en sus dos componentes, no se absorbe y pasa intacta al intestino grueso donde las bacterias de la flora la fermentan, formando gas y unas sustancias ácidas. Este gas y las sustancias ácidas son los causantes de los síntomas de la llamada intolerancia a la lactosa. No es correcto referirse a esto como “alergia a la lactosa” porque una alergia es un trastorno inmunológico, mientras la intolerancia, en este caso, es un trastorno enzimático.

Los síntomas más frecuentes de intolerancia a la lactosa suelen ser dolor abdominal, náuseas, flatulencia excesiva y deposiciones sueltas y más frecuentes, después de ingerir leche o cualquier alimento o producto que tenga leche. Estos síntomas, sin embargo, no son exclusivos de intolerancia a la lactosa por más obvios que sean. Para diagnosticar esta condición se necesita recurrir a alguna prueba de laboratorio. La prueba de laboratorio estándar para el diagnóstico es una que se hace midiendo el hidrógeno en el aliento después de ingerir una cantidad predeterminada de lactosa. Si la cantidad de hidrógeno en el aliento sube por encima de un nivel pre-establecido significa que la lactosa no se desdobló ni se absorbió por falta de la enzima lactasa (ver figura).

Lactosa 2

Es normal ser intolerante a la lactosa? Parece que sí…a partir de cierta edad. La enzima lactasa está muy activa los primeros años de vida, desde el nacimiento. Esto es así porque el alimento natural de un recién nacido es la leche y la leche tiene lactosa y el intestino viene equipado con la enzima lactasa. A medida que el niño crece, su alimentación también varía. A partir de los 6 meses de edad, su aparato digestivo está generalmente maduro (produce otras enzimas) para digerir otro tipo de alimentos distintos a la leche. A estos otros alimentos les llamamos alimentación complementaria, indicando que “complementan” y no sustituyen a la leche. Estos otros alimentos se introducen gradualmente a lo largo del segundo semestre de vida de un niño. Cuando cumple un  año, un niño sano está en capacidad de comer casi de todo y deja de ser necesario prepararle una comida aparte. Consecuentemente, a partir de esta edad, la leche deja de ser el alimento principal y por lo general es suficiente tomar leche una o dos veces al día más algún producto derivado de la leche como yogurt y queso. Paralelamente y en forma natural empieza a declinar la actividad de la enzima lactasa. Se estima que para los 5-6 años de edad cerca de la mitad de los niños tienen una actividad de la enzima lactasa por debajo del nivel necesario para digerir una carga importante de lactosa. En un estudio que hicimos con la prueba de hidrógeno en aliento en estudiantes de medicina de una universidad (entre 18 y 25 años de edad) y en escolares de una escuela primaria (entre 5 y 13 años de edad), todos ellos sanos, encontramos que 2 de cada 3 (66%) no podían digerir completamente la lactosa. Resultados similares se han encontrado en otras partes.

El tratamiento de la intolerancia a la lactosa es bien sencillo: evitar leche y productos lácteos que contengan lactosa. También hay lactasa en tabletas o gotas que se puede tomar antes o poco después de ingerir algún producto con lactosa. Si las molestias se van por completo eso es todo. Si las molestias persisten hay que consultar con su médico porque podría ser otra cosa. No es raro que la intolerancia a la lactosa coexista con otros problemas intestinales.

 

 

(13-74) Diosmectita reduce la duración y severidad de la diarrea en adultos

smectaLa diarrea, cuando ocurre en niños es siempre una tragedia y cuando ocurre en adultos una molestia que a veces se torna en desastre. El problema de la diarrea para un niño es que puede llevarlo rápidamente a la deshidratación y poner en riesgo su vida. De hecho, antes del advenimiento de la terapia de rehidratación oral, la diarrea y la deshidratación fueron la causa más importante de muerte en niños, después de la neumonía. El tiempo ha probado que la rehidratación oral es una herramienta terapéutica simple, barata y muy efectiva. Continue reading “(13-74) Diosmectita reduce la duración y severidad de la diarrea en adultos”

(12-64) La infección por virus influenza puede presentarse con diarrea…sin síntomas respiratorios

La infección por virus influenza, un patógeno primariamente respiratorio, con cierta frecuencia se presenta además con síntomas gastrointestinales, particularmente diarrea (ref). Por otro lado, se ha mostrado que el virus influenza se excreta en las heces de personas con influenza (ref) (ref) (ref). Además, se ha probado que el virus influenza se puede replicar eficientemente en células epiteliales de intestino humano (ref). Significa todo esto que debemos considerar al virus influenza como un patógeno intestinal más, al lado de rotavirus, norovirus, astrovirus o adenovirus, enteropatógenos virales cuyo rol como causantes de diarrea está bien establecido? Continue reading “(12-64) La infección por virus influenza puede presentarse con diarrea…sin síntomas respiratorios”

(12-63) Los síntomas del síndrome de intestino irritable pueden ser peores si hay un trasfondo de alergia

Esto puede interesar a las numerosas personas que tienen el síndrome de intestino irritable y a sus médicos. Vivinus-Nébot M y col del Department of Immunology, Pole of Biology, Université de Nice Sophia-Antipolis, CHU de Nice, France, decidieron investigar la posible influencia que podría tener el ser portador de alguna alergia en la intensidad de los síntomas del síndrome de intestino irritable (IBS) (ref). Continue reading “(12-63) Los síntomas del síndrome de intestino irritable pueden ser peores si hay un trasfondo de alergia”

(11-30) Flora gastrointestinal en niños con autismo: es posible que los síntomas de autismo sean exacerbados por problemas gastrointestinales de fondo?

Hay cierta evidencia que indica que los niños con autismo sufren más frecuentemente y con mayor severidad de enfermedades gastrointestinales (cit)(cit); lo que no se sabe bien es lo inverso, es decir, si estas enfermedades pueden exacerbar los síntomas de autismo y, de ser así, cuál sería el mecanismo. Investigadores del estado de Arizona, Estados Unidos examinaron la flora intestinal y otros bio-marcadores de función intestinal en muestras fecales de 58 niños con Desorden de Espectro Autista (ASD) y lo compararon con la de otros 39 niños sanos de edades similares. El propósito fue determinar si existe alguna correlación entre los hallazgos de estos exámenes y la severidad del autismo. Los exámenes fecales realizados incluyeron cultivo de enteropatógenos comunes, cultivo cuantitativo de bacterias aerobias y anaerobias y levaduras, detección de parásitos intestinales, lisozima, lactoferrina, IgA secretorio, elastasa, ácidos grasos de cadena corta (AGCC), sangre oculta y pH. Los síntomas gastrointestinales fueron evaluados utilizando una versión modificada del Indice de Severidad Gastrointestinal (GSI) (cit) acortada a sólo seis ítems: constipación, diarrea, consistencia de las deposiciones, olor de las deposiciones, flatulencia y dolor abdominal. Los síntomas de autismo se evaluaron con la Lista de Chequeo de Evaluación y Tratamiento de Autismo (ATEC) (cit), diseñado para cuantificar la severidad del autismo mediante puntaje asignado en cada una de cuatro secciones: 1) lenguaje-conversación-comunicación, 2) sociabilidad, 3) conciencia sensorial/cognitiva y 4) salud-comportamiento. Se encontró que la severidad de los síntomas gastrointestinales (GSI) tenía una fuerte correlación con la severidad del autismo (ATEC) (r = 0.59, p < 0.001). Los niños con puntaje GSI por encima de 3 tenían un puntaje total ATEC mucho más alto que los niños con puntaje GSI igual a 3 o menor (81.5 ± 28 vs. 49.0 ± 21, p = 0.00002). Los niños con autismo tenían niveles totales mucho más bajos de AGCC (-27%, p = 0.00002), incluyendo niveles bajos de acetato, propionato y valerato; siendo esta diferencia más marcada en los niños que recibían probióticos. Los niños con autismo tenían niveles más bajos de especies de Bifidobacter (-43%, p = 0.002) y niveles más altos de especies de Lactobacillus (+100%, p = 0.00002), pero niveles similares de otras bacterias y levaduras. El nivel de lisozima fue algo más bajo en los niños con autismo (-27%, p = 0.04), probablemente debido al uso de probióticos. Los otros marcadores de la función digestiva fueron similares en ambos grupos. Los autores concluyen que la fuerte correlación de síntomas gastrointestinales con la severidad del autismo hallada en este estudio indica que los niños con autismo más severo pueden tener síntomas gastrointestinales más severos y viceversa y que es posible que los síntomas de autismo estén exacerbados o aún parcialmente causados por problemas gastrointestinales de fondo. Los autores no pudieron dar una explicación valedera al nivel bajo de AGCC hallado en niños autistas; ya que no se midió este marcador simultáneamente en sangre, cualquiera de las siguientes explicaciones sería plausible: menor cantidad de flora que produce estos ácidos grasos, menor ingesta de fibra soluble, tránsito intestinal prolongado o mayor absorción. (ref)