(14-85) Síndrome de intestino corto, dónde estamos? (Parte I)

intestino delgadoEl intestino delgado es el órgano principal para la absorción de agua, electrolitos y nutrientes. El intestino delgado de un adulto promedio mide unos 575 cm, de los cuales 30 cm corresponden al duodeno (la porción que está entre el píloro y el ligamento de Treitz), 230 cm al yeyuno (intestino medio) y 315 cm al íleon (la porción que termina en la válvula íleo-cecal, donde comienza el intestino grueso). En comparación, la longitud total promedio del intestino delgado es 125 cm a las 20 semanas de gestación, 200 cm a las 30 semanas, 275 cm a término, 380 cm al año de edad, 450 cm a los 5 años, 500 cm a los 10 años y 575 cm a los 20 años (Weaver, 1991). El intestino delgado de un recién nacido a término es 5.5 veces más largo que la longitud total de su cuerpo (en el adulto este ratio es 3.2). Este intestino delgado “excedente” en el recién nacido humano no está presente en recién nacidos de otras especies y se conjetura que es así porque el ser humano nace con una desventaja funcional mayor que otras especies y lo compensa con una mayor longitud de absorción (Chivers, 1980). Esta hipótesis explicaría porqué la resección quirúrgica del intestino en niños, especialmente en prematuros, tiene consecuencias funcionales más profundas que en adultos con resecciones intestinales proporcionalmente del mismo tamaño.

Qué es el síndrome de intestino corto?

El síndrome de intestino corto es una condición clínica de malabsorción intestinal que se presenta generalmente como consecuencia de la resección quirúrgica de una porción de intestino delgado. Esta falla intestinal ocurre porque el intestino remanente es incapaz de mantener un balance adecuado de agua, electrolitos y macro y micro nutrientes, con dieta regular. Si no es tratado apropiadamente, el síndrome de intestino corto causa deshidratación, desbalance de electrolitos, malnutrición y pérdida de peso (DiBaise, 2014).

En el post-operatorio de la mayoría de casos de resección intestinal ocurre algún grado de falla intestinal. Dependiendo de la extensión de intestino remanente, esta falla intestinal podrá superarse rápidamente o podrá requerir soporte nutricional a largo plazo. Si la resección es extensa (por ejemplo, queda menos de 100 cm de intestino delgado hasta la boca de ostomía o menos de 50 cm hasta la anastomosis, en adultos), la evolución post-operatoria no será buena a menos que se instale un sistema de nutrición parenteral total de largo plazo. La nutrición parenteral total puede durar meses o incluso años, mientras se espera que el intestino remanente se adapte y pueda superar la falla intestinal. A la larga, esta adaptación puede no ser suficiente y la salida que queda es el trasplante intestinal (DiBaise, 2014). Sin embargo, el trasplante intestinal es muy costoso y difícil de manejar, entre otras cosas, por rechazo del trasplante y la inmunosupresión que origina la terapia anti-rechazo. En los últimos años se ha estado investigando intensamente la fisiología del intestino delgado y se han hecho importantes avances en la terapéutica no quirúrgica de la insuficiencia intestinal que describiremos en la segunda parte de este artículo.

2 Replies to “(14-85) Síndrome de intestino corto, dónde estamos? (Parte I)”

  1. Esperamos con interés la segunda parte de este artículo que es muy bueno y útil, ya que es una patología que ahora vemos con más frecuencia y cuyo manejo es muchas veces frustrante o desalentador.

  2. Muy interesante, Como neonatologa manejo esta patologia desde el agente causal, al realizar reseccion intestinal es importante tener en cuenta que no es lo mismo retirar 30cc a un PT extremedamente bajo de peso (<1000gr vs un PT MBPN (<1500gr), asi como tampoco es lo mismo retirar yeyuno vs ileon. La adaptacion intestinal es lo primero que debemos promover.!!

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