(14-84) Dispepsia funcional (3) – Opciones terapéuticas

dispepsiaComo otros trastornos funcionales del aparato digestivo, la dispepsia funcional es una condición benigna que no compromete necesariamente la salud de una persona en el largo plazo pero afecta considerablemente la calidad de vida del que lo padece. Es deseable por eso disponer de un tratamiento efectivo, seguro y asequible una vez que el diagnóstico está bien establecido, es decir, se hayan descartado las enfermedades orgánicas que se presentan con los mismos síntomas. Estas son las opciones de tratamiento que están disponibles:

Modificación de estilos de vida

Evitar cafeína, alcohol y AINES (anti-inflamatorios no esteroideos). Comer más frecuentemente, cantidades fraccionadas (menos cantidad por vez a intervalos más cortos). Evitar alimentos grasosos o muy condimentados. La experiencia clínica es que estas medidas por sí solas no funcionan pero ayudan con el resultado final cuando se asocian a alguno de los otros tratamientos.

Antisecretores

En dispepsia funcional, los antagonistas H2 (p.ej., famotidina, ranitidina) y los inhibidores de bomba de protones (p.ej., lansoprazol, esomeprazol, rabeprazol) son muy superiores en eficacia que los protectores de mucosa (p.ej., anti-ácidos, sucralfato, magaldrato, misoprostol) (ref) (ref). El efecto de los inhibidores de bomba de protones se obtiene por igual sea con media dosis, dosis completa o doble dosis (ref). Sin embargo, la eficacia de los inhibidores de bomba de protones es menor en la dispepsia funcional con predominio de llenura y pesadez postprandial que en aquella con predominio de dolor epigástrico (PDS y EPS, respectivamente – ver artículo del mes de febrero 2014 en este blog) (ref).

Erradicación de H. pylori

H. pylori ha sido implicado en la génesis de la dispepsia funcional como ejemplo de trastorno funcional provocado por un agente infeccioso (ref) (ref). En teoría, la erradicación de H. pylori del estómago debería ser de beneficio en el tratamiento de la dispepsia funcional en los casos positivos; el beneficio es modesto aunque estadísticamente demostrable y costo-efectivo (ref).

Proquinéticos

De todos los proquinéticos conocidos, sólo domperidona (un antagonista del receptor dopamina-2) y cisaprida (un agonista del receptor 5-HT4), dos proquinéticos que estimulan la motilidad gástrica favoreciendo la liberación de acetilcolina del sistema nervioso central, han mostrado algún beneficio en el tratamiento de la dispepsia funcional (ref). Cisaprida ha sido retirado del mercado en muchos países por riesgos cardiovasculares (arritmias). Un ensayo clínico con levosulpirida (un derivado benzamídico antagonista dopamida-2) en 140 pacientes con dispepsia funcional de tipo PDS mostró un efecto comparable a cisaprida (ref). Otros proquinéticos como mosaprida o tegaserod no mostraron beneficios en ensayos clínicos de fase III con pacientes dispépticos (ref) (ref).

Acotiamida

Acotiamida es un producto nuevo en desarrollo que incrementa la liberación de acetilcolina antagonizando los receptores muscarínicos M1 y M2 inhibiendo además la colinesterasa (ref). Dos ensayos clínicos relativamente pequeños (ref) (ref) y uno grande con más de 800 pacientes en Japón (ref) han mostrado que Acotiamida mejora significativamente los síntomas de dispepsia funcional y la calidad de vida mediante un mecanismo que incrementa la acomodación gástrica. Este producto es bastante prometedor para aliviar las molestias de llenura precoz y pesadez postprandial en la dispepsia funcional de tipo PDS.

Psicotrópicos

Ansiolíticos y antidepresivos (sobre todo antidepresivos tricíclicos) son de algún beneficio en el tratamiento de la dispepsia funcional; sin embargo, los estudios publicados hasta la fecha son pocos, de tamaño muestral pequeño y no bien diseñados (ref). Una revisión sistemática y meta-análisis más reciente muestra que el dolor en la dispepsia funcional se puede controlar por igual con medicamentos psicotrópicos (antidepresivos y ansiolíticos) o con moduladores gástricos (proquinéticos y antisecretores) (ref). Los antidepresivos alivian los síntomas de la dispepsia funcional independientemente de si hay o no depresión clínica. No se comprende muy bien cual sería su mecanismo de acción. Un estudio demostró que la administración de amitriptilina en dosis reducidas disminuye notablemente los síntomas de la dispepsia funcional; sin embargo, los pacientes que experimentaron esta mejoría tenían también trastornos del sueño que mejoraron después del tratamiento, por lo que los autores del estudio consideraron que el efecto beneficioso de los antidepresivos sobre los síntomas de la dispepsia funcional podría ser indirecto (ref). La buspirona, un agonista 5-HT1A recientemente descubierto, parece ser uno de los psicotrópicos más prometedores para el tratamiento de la dispepsia funcional; en un ensayo clínico controlado con placebo, buspirona redujo significativamente los síntomas dispépticos mejorando la acomodación gástrica (ref).

En resumen

El tratamiento de la dispepsia funcional es todavía insatisfactorio para muchos pacientes. La dispepsia funcional es una constelación de síntomas inespecíficos que probablemente no correspondan a una sola enfermedad, con un solo mecanismo. Los tratamientos que se dispongan serán cada vez mejores a medida que se tipifiquen mejor las distintas variedades de esta enfermedad y se comprenda mejor el mecanismo de cada una de ellas.

One Reply to “(14-84) Dispepsia funcional (3) – Opciones terapéuticas”

  1. yo padezco de este problema hace 3 años pero no se como curarlo, estoy yendo al psicólogo cualquier concejo me vendría bien saludos

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