Calprotectina

Qué es la calprotectina como biomarcador?

Calprotectina es una proteína que forma parte del citoplasma – la sustancia que rellena la célula entre el núcleo y la membrana que lo contiene – de un tipo de células de la sangre llamadas neutrófilos. También se encuentra en el citoplasma de los macrófagos, un tipo de células del sistema inmune que se deriva de un progenitor común a los neutrófilos. Normalmente, los neutrófilos circulan en la sangre pero migran hacia los sitios donde hay una infección o una inflamación, junto con varias proteínas del plasma, la porción líquida de la sangre. En la inflamación intestinal, la mucosa intestinal (el tejido que recubre el interior del intestino) está poblada de neutrófilos, los neutrófilos atraviesan la mucosa hacia lo que llamamos la luz intestinal, donde se produce su ruptura (lisis) liberando calprotectina, la cual aparece luego en las heces donde se puede detectar y cuantificar. La calprotectina fecal es por eso un muy buen biomarcador para identificar con precisión la inflamación intestinal. La inflamación intestinal ocurre en las Infecciones Intestinales y en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (IBD, por sus siglas en inglés), pero no ocurre en varias otras condiciones que afectan la función intestinal y que se presentan con síntomas similares. Por tanto, el examen de la calprotectina fecal se puede usar para ayudar a distinguir entre las enfermedades inflamatorias y las no inflamatorias del intestino, como el Síndrome de Intestino Irritable (IBS, por sus siglas en inglés), un desorden funcional no orgánico del intestino que se expresa con síntomas similares al IBD pero sin causar inflamación intestinal.

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (IBD)

IBD es un grupo de desórdenes crónicos que se caracterizan por lesiones inflamatorias en la mucosa intestinal. No se conoce la causa del IBD, pero se cree que estas enfermedades se deben a procesos autoinmunes desencadenados ya sea por predisposición genética, infecciones virales y/o factores ambientales. Enfermedad de Crohn y colitis ulcerativa son las formas más comunes de IBD. Las personas con IBD hacen típicamente periodos de actividad de la enfermedad que alternan con periodos de remisión (espontáneos o, más frecuentemente, inducidos por el tratamiento). Durante los ataques de actividad los síntomas suelen ser deposiciones acuosas, frecuentes, con o sin sangre, dolor abdominal, pérdida de peso y fiebre. Estos síntomas disminuyen durante los periodos de remisión. Muchos pacientes pueden tener periodos de remisión prolongados antes del siguiente ataque de enfermedad activa. El examen de calprotectina fecal se puede solicitar para detectar y evaluar la actividad y la severidad de la inflamación intestinal en pacientes con IBD.

Cómo se mide calprotectina y cómo se usa para el diagnóstico y seguimiento de IBD?

Calprotectina se mide en muestra fecal y no es necesaria una preparación previa. La muestra se colecta en un recipiente limpio y seco y sin contaminación con orina o agua. La muestra es estable por 3 días a temperatura ambiente, 8 días en refrigeración y 30 días en congelación. La concentración de calprotectina en heces se mide mediante una técnica de ELISA.

El médico puede ordenar un examen de calprotectina fecal cuando está investigando la causa de una diarrea acuosa persistente o una diarrea con sangre en un paciente. Puede pedir al mismo tiempo otros exámenes como un cultivo de heces para buscar una infección por una bacteria patógena, un examen de sangre oculta en heces y un extendido fecal para buscar leucocitos intactos. Si estos exámenes indican que hay un proceso inflamatorio intestinal de causa no infecciosa, el médico puede solicitar algunos exámenes en sangre, como velocidad de sedimentación y proteína C reactiva, que le van a dar una idea del grado de inflamación en todo el cuerpo.

El médico puede ordenar el examen de calprotectina fecal como ayuda para decidir si debe solicitar una endoscopía (colonoscopía o rectosigmoidoscopía) cuando sospecha IBD. Los niveles fecales de calprotectina están elevados en IBD y no en IBS. La calprotectina fecal no es una prueba diagnóstica de IBD. El diagnóstico de IBD se hace usualmente mediante endoscopía examinando el interior de los intestinos y obteniendo una pequeña muestra de tejido (biopsia), para evaluar las características de la inflamación y los cambios en la estructura del tejido intestinal. La endoscopía con biopsia es un procedimiento invasivo y es menos probable que sea necesario si no se detecta inflamación mediante el examen de calprotectina fecal.

Hecho el diagnóstico de IBD y conseguida la remisión de síntomas con el tratamiento, el médico puede solicitar una medición de calprotectina fecal como seguimiento. Una calprotectina fecal < 250 µg/g después de tratamiento exitoso correlaciona muy bien con hallazgo endoscópico de mucosa curada. Así mismo, en un paciente con IBD en plena remisión, niveles de calprotectina < 150 µg/g indican un riesgo bajo de recurrencia.

Se puede pedir el examen de calprotectina fecal en un paciente con IBD que tiene síntomas que sugieren una reactivación de su enfermedad, para detectar tanto la actividad de la inflamación como evaluar su severidad y decidir qué hacer. Por ejemplo, si el paciente tiene una elevación moderada de la calprotectina fecal, se puede esperar y repetir el examen varias semanas después para ver si la calprotectina se mantiene moderadamente elevada, ha incrementado su nivel o ha retornado a niveles normales.

La importancia de diferenciar entre IBD y IBS

IBD y IBS se presentan con síntomas muy similares. El diagnóstico diferencial entre estas dos entidades es de considerable interés en la gastroenterología clínica. Los niveles fecales de calprotectina están elevados en IBD pero no en IBS por lo que es un buen biomarcador para distinguir entre dos condiciones con manifestaciones clínicas muy similares.

En resumen, qué es necesario tener en cuenta respecto a calprotectina?

  • El médico puede pedir la prueba de calprotectina fecal cuando un paciente tiene síntomas que sugieren que una inflamación gastrointestinal podría estar presente y el médico quiere distinguir entre IBD y IBS, otra condición intestinal no inflamatoria que se presenta con los mismos síntomas.
  • La calprotectina fecal no es una prueba diagnóstica de IBD. El diagnóstico de IBD se hace mediante endoscopía (colonoscopía o rectosigmoidoscopía) y biopsia.
  • Un nivel elevado de calprotectina fecal indica que puede haber una inflamación en el tracto gastrointestinal pero no indica ni su localización ni su causa. El grado de elevación de la calprotectina fecal indica generalmente la severidad del proceso inflamatorio.
  • El médico puede pedir la prueba de calprotectina fecal cuando quiere determinar si una endoscopía (colonoscopía o rectosigmoidoscopía) puede o no ser necesaria.
  • Un incremento en la calprotectina fecal se ve en IBD pero también en infecciones bacterianas, algunas parasitosis y en cáncer colo-rectal. Si la causa de la inflamación no es infecciosa, una endoscopía (colonoscopía o rectosigmoidoscopía) puede ser necesaria para determinar la causa.
  • Un valor bajo de calprotectina fecal (usualmente < 50 ug/g) indica que los síntomas y signos son probablemente debidos a una enfermedad intestinal no inflamatoria, como el síndrome de intestino irritable (IBS), o una infección gastrointestinal viral. En estos casos, una endoscopía (colonoscopía o rectosigmoidoscopía) podría no ser necesaria.
  • En pacientes con IBD la calprotectina fecal puede estar bastante elevada al momento del diagnóstico inicial.
  • Una calprotectina fecal < 250 µg/g después de tratamiento exitoso correlaciona muy bien con el hallazgo endoscópico de mucosa curada.
  • En un paciente con IBD en plena remisión, niveles de calprotectina < 150 µg/g indican un riesgo bajo de recurrencia.
  • Cuando un paciente con diagnóstico de IBD en remisión presenta síntomas que sugieren que puede estar haciendo una reactivación de su enfermedad, el médico puede pedir la prueba de calprotectina fecal tanto para confirmar la reactivación como para evaluar su severidad.
  • Un nivel moderadamente elevado de calprotectina fecal indica que hay algún grado de inflamación o que la condición del paciente está empeorando. Si en un nuevo examen la calprotectina sigue moderadamente elevada o se ha incrementado puede ser necesario hacer una evaluación más extensa que puede incluir una endoscopía (colonoscopía o rectosigmoidoscopía).
  • Cualquier cosa que causa inflamación en el intestino puede causar incremento en la calprotectina fecal.
  • La calprotectina fecal puede incrementar con el uso de anti-inflamatorios no esteroideos (AINES), especialmente cuando estos medicamentos causan sangrado intestinal.
  • La cantidad de calprotectina fecal normal es dependiente de la edad. Por ejemplo, un recién nacido sano puede tener una cantidad de calprotectina fecal que sería anormal para un niño grande o un adulto. Es necesario tomar en cuenta esto a la hora de interpretar un resultado de calprotectina fecal emitido por el laboratorio en una muestra de un niño.
  • Hay exámenes en sangre como velocidad de sedimentación y proteína C reactiva que detectan inflamación pero no proporcionan la misma información acerca de la inflamación gastrointestinal como la prueba de calprotectina en heces.
  • La prueba de calprotectina fecal es un examen especializado y no es ofrecido por todos los laboratorios. Un laboratorio general puede recibir la muestra y enviarla al laboratorio de referencia para el examen.

Referencias

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  3. Bar-Gil Shitrit A et al. A prospective study of fecal calprotectin and lactoferrin as predictors of small bowel Crohn’s disease in patients undergoing capsule endoscopy. Scand J Gastroenterol 2017; 52:328-33. PubMed 27841040
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  5. Theede K et al. Fecal Calprotectin Predicts Relapse and Histological Mucosal Healing in Ulcerative Colitis. Inflamm Bowel Dis 2016; 22:1042-8. PubMed 26919460
  6. Li F, et al. Fecal calprotectin concentrations in healthy children aged 1-18 months. PLoS ONE 2015; 10(3):e0119574. PubMed 25742018
  7. Jauregui-Amezaga A et al. Accuracy of advanced endoscopy and fecal calprotectin for prediction of relapse in ulcerative colitis: a prospective study. Inflamm Bowel Dis 2014; 20:1187-93. PubMed 24874457
  8. Waugh N et al. Faecal calprotectin testing for differentiating amongst inflammatory and non-inflammatory bowel diseases: systematic review and economic evaluation. Health Technol Assess 2013; 17(55):xv-xix, 1-211. PubMed 24286461
  9. D’Haens G, et al. Fecal calprotectin is a surrogate marker for endoscopic lesions in inflammatory bowel disease. Inflamm Bowel Dis 2012; 18:2218-24. PubMed 22344983
  10. Manz M, et al. Value of fecal calprotectin in the evaluation of patients with abdominal discomfort: an observational study. BMC Gastroenterol 2012; 12:5. PubMed 22233279
  11. van Rheenen PF, et al. Faecal calprotectin for screening of patients with suspected inflammatory bowel disease: diagnostic meta-analysis. BMJ 2010; 341:c3369. PubMed 20634346
  12. Poullis A, et al. Review article: faecal mar­kers in the assessment of activity in inflammatory bowel disease. Aliment Pharmacol Ther 2002; 16:675-81. PubMed 11929384
  13. Fagerhol MK. Calprotectin, a faecal marker of organic gastrointestinal abnormality. Lancet 2000; 356:1783-4. PubMed 11117904
  14. Tibble J, et al. A simple method for assessing intestinal inflammation in Crohn’s disease. Gut 2000; 47: 506-13. PubMed 10986210
  15. Tibble JA, et al. Surrogate markers of intestinal inflammation are predictive of relapse in patients with in­flammatory bowel disease. Gastroenterology 2000; 119:15-22. PubMed 10889150

Sitios web útiles sobre este tema

MedlinePlus Medical Encyclopedia: Crohn’s disease
Crohn’s and Colitis Foundation of America: Diagnosing and Managing IBD
National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK): Crohn’s Disease 
National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK): Ulcerative Colitis

(14-81) Cuál es la mejor manera de medir el grado de deshidratación?

Niño deshidratadoQué es la deshidratación

La deshidratación es la pérdida rápida de volumen corporal (principalmente agua corporal) que sobreviene por un balance negativo entre ingresos (ingesta de agua y/o alimentos) y pérdidas (heces, orina, vómitos), que ocurre en un periodo de tiempo relativamente corto y se refleja en pérdida de peso. La causa más común de deshidratación es la gastroenteritis aguda, una enfermedad infecciosa que se manifiesta con vómitos y diarreas, que ocurre a toda edad pero es particularmente común durante la infancia. La consecuencia más importante de la deshidratación es la disminución del volumen circulante de sangre (disminuye el agua y consecuentemente los componentes celulares y proteínas se concentran). Continue reading “(14-81) Cuál es la mejor manera de medir el grado de deshidratación?”

(13-77) Sangre en las deposiciones en un bebe pequeño – qué hacer y qué no hacer

Heces con sangre ESLLa situación más o menos típica es la de un bebé de 2 a 8 semanas de edad que recibe lactancia materna exclusiva, o lactancia materna más fórmula, está en muy buen estado general y de un momento a otro hace deposiciones con sangre, sin que necesariamente las deposiciones sean más líquidas o más frecuentes. Generalmente no hay fiebre ni otros síntomas asociados excepto, algunas veces, llanto inconsolable o dolor al defecar. El hallazgo de sangre en las deposiciones obviamente alarma a la mamá y consulta inmediatamente…quiere saber qué está pasando y qué debe hacer. Continue reading “(13-77) Sangre en las deposiciones en un bebe pequeño – qué hacer y qué no hacer”

(12-67) Polietilenglicol 3350 a dosis altas es seguro y eficaz en niños para limpieza de colon en un solo día – ¿Podemos usarlo en estreñidos con impactación fecal?

Polietilenglicol (PEG) es un polímero inorgánico con peso molecular medio de 3350, soluble en agua, no absorbible y no metabolizable por bacterias colónicas. Actúa como laxante osmótico reteniendo en la luz intestinal el líquido y los electrolitos ingeridos, con absorción o eliminación neta de agua, sodio o potasio mínima o casi nula. Se dispone de PEG 3350 sin electrolitos o en combinación con electrolitos (ref) (ref).

Durante la última década se ha extendido el uso por los gastroenterólogos pediatras del PEG 3350 sin electrolitos a dosis altas para limpieza de colon antes de realizar una colonoscopia, a pesar de no estar aún aprobado por la FDA para tal uso en adultos ni en niños. Continue reading “(12-67) Polietilenglicol 3350 a dosis altas es seguro y eficaz en niños para limpieza de colon en un solo día – ¿Podemos usarlo en estreñidos con impactación fecal?”

(12-59) C. difficile se adquiere en la comunidad (no solamente en el hospital)

Una maravilla. El Condado de Olmsted, en el estado de Minnesota, es el territorio donde está la ciudad de Rochester, sede de la famosa Clínica Mayo. El área total del condado es 1,695.1 km2 y tiene, según el censo del 2010, 144,248 habitantes. En términos comparativos, es casi del mismo tamaño que la provincia de Trujillo, Perú (1,768.6 km2) aunque Trujillo tiene 811,979 habitantes, según el censo del 2007. Lo interesante del Condado de Olmsted es que es uno de los pocos lugares de los Estados Unidos y quizás del mundo que desde hace casi 50 años tiene un sistema que almacena en una base de datos única la información de la historia clínica (diagnósticos, admisiones al hospital, procedimientos quirúrgicos, resultados de exámenes de laboratorio, imágenes, vacunas recibidas y medicamentos prescritos) de virtualmente todos los habitantes del condado. Continue reading “(12-59) C. difficile se adquiere en la comunidad (no solamente en el hospital)”

(12-56) Gatifloxacina versus ciprofloxacina para shigelosis

El estudio. En un ensayo clínico de etiqueta abierta cuyo propósito fue evaluar la eficacia clínica y bacteriológica de gatifloxacina (una fluorquinolona de cuarta generación) en comparación con ciprofloxacina para tratar shigelosis en niños , Vinh H et al (ref) asignaron aleatoriamente 500 niños con disentería de dos hospitales del sur de Vietnam, una región con alta prevalencia de resistencia de Shigella a ácido nalidíxico, para recibir por vía oral gatifloxacina (10 mg/kg/día, una vez al día por 3 días, grupo GATI) o ciprofloxacina (30 mg/kg/día, dividido en 2 dosis por día por 3 días, grupo CIPRO). Para comparar los tratamientos, los investigadores eligieron como indicador principal de resultado la proporción de fracaso terapéutico en cada grupo; el indicador secundario elegido fue el tiempo hasta el cese de síntomas individuales.

Los métodos. Los participantes fueron niños de hasta 15 años de edad con historia de diarrea con moco o sangre de no más de 72 horas de duración; fueron excluidos aquellos con algún signo de infección severa (shock, ictericia, sangrado gastrointestinal), historia de haber recibido algún antimicrobiano por este episodio de diarrea, historia de hipersensibilidad a alguna de las drogas de estudio o presencia de trofozoitos de Entamoeba histolytica en las heces. Se hizo cultivo de heces al momento del enrolamiento en el estudio, los niños fueron tratados con el medicamento respectivo antes de conocerse el resultado del cultivo y continuaron en el ensayo aún si este cultivo fue negativo para Shigella o positivo para alguna otra bacteria enteropatógena. Todos los niños fueron tratados intrahospitalariamente y salieron de alta sólo cuando desaparecieron todos los síntomas. Se anotó diariamente las características de cada deposición así como la temperatura corporal y otros signos clínicos de cada niño hasta el alta. Después del alta los pacientes fueron invitados a regresar para una nueva evaluación a los 7 días. Se definió como fracaso terapéutico la persistencia de fiebre o cualquier otro signo de la enfermedad después de 120 horas desde iniciado el tratamiento. Para evaluar la eficacia microbiológica, se tomó un nuevo cultivo de heces a los 7 días después del alta y se definió como fracaso microbiológico la persistencia de cultivo positivo al enteropatógeno originalmente hallado.

La muestra. De 500 pacientes enrolados originalmente, 494 recibieron al menos una dosis del medicamento en estudio (249 gatifloxacina y 245 ciprofloxacina) y sus datos fueron usados en el análisis de intención-de-tratamiento (ITT). El cultivo de heces inicial dio positivo a Shigella en 61 (24.5%) pacientes del grupo GATI y 46 (18.8%) del grupo CIPRO. Veinticinco pacientes (10.0%) en el grupo GATI y 15 (6.1%) en el grupo CIPRO tuvieron cultivo positivo a Salmonella. Los demás pacientes (163 [65.5%] en el grupo GATI y 182 [74.3%] en el grupo CIPRO) tuvieron cultivo negativo. De los aislamientos de Shigella, 72 (67.3%) fueron S. sonnei, 33 (30.8%) S. flexneri y 2 (1.9%) S. boydii. Setenta y dos (67.3%) de todos los aislamientos de Shigella fueron resistentes a ácido nalidíxico (MIC ≥ 16 µg/ml). La edad promedio de los pacientes participantes fue de 19 meses, 58.9% fueron de sexo masculino, el tiempo promedio de enfermedad antes de entrar al estudio fue de 24 horas, 87.4% tenían fiebre (> 37.8°C) al momento del ingreso, 42.5% tenían historia de diarrea con sangre y los demás, historia de diarrea con moco sin sangre. No hubo diferencias entre los grupos en cuanto a las características clínicas iniciales. De los pacientes positivos a Shigella, sólo 46 en el grupo GATI y 35 en el grupo CIPRO retornaron a su cita de seguimiento, 7 días después del alta del hospital.

Los resultados. De todos los pacientes ITT, 57 (11.5%) hicieron fracaso terapéutico (30 en el grupo GATI y 27 en el grupo CIPRO, p = 0.72). El patrón clínico de fracaso en la mayoría fue persistencia de la diarrea. Hubo 9 pacientes con fracaso bacteriológico en el grupo CIPRO y 6 en el grupo GATI. No hubo diferencias entre los grupos en el tiempo hasta la resolución de los síntomas individuales. En el análisis por-protocolo (pacientes con cultivo positivo a Shigella), el riesgo de fracaso terapéutico fue similar en ambos grupos (6.6% en el grupo GATI y 10.9% en el grupo CIPRO, p = 0.49), independientemente de si la cepa fue o no resistente a ácido nalidíxico; tampoco hubo diferencia en el tiempo hasta la resolución de los síntomas individuales. En los pacientes con cultivo positivo a Salmonella el fracaso terapéutico fue más alto que en los pacientes con Shigella pero sin diferencia entre los grupos (52.0% en el grupo GATI y 60.0% en el grupo CIPRO, p = 0.62). En los pacientes con cultivo negativo el fracaso terapéutico fue de 8.0% en el grupo GATI y 6.0% en el grupo CIPRO (p = 0.48).

En conclusión. Los datos de este estudio demuestran que a pesar de un alto porcentaje de resistencia a ácido nalidíxico, ciprofloxacina sigue siendo una terapia efectiva para la disentería causada por Shigella. Este estudio demuestra también que gatifloxacina es tan efectiva como ciprofloxacina para el tratamiento de esta enfermedad, incluyendo la disentería con cultivo negativo. En este estudio se muestra que ambos productos actúan pobremente cuando la disentería es causada por Salmonella. Una nota de cautela debe tomarse en cuenta en la generalización de los hallazgos de este estudio con relación a shigelosis ya que el serogrupo predominante en este estudio fue S. sonnei, que se sabe es menos virulento que S. flexneri (ref).

  • Se ha documentado recientemente que está ocurriendo, al menos en Asia, un dramático giro en la epidemiología de la shigelosis, en dos aspectos: 1) ha desaparecido S. dysenteriae (el serogrupo más virulento) y S. sonnei, que antes se encontraba casi exclusivamente en los países industrializados, está sustituyendo a S. flexneri, hasta hace poco el serogrupo más común en los países en desarrollo (ref) y 2) está cambiando el patrón de susceptibilidad de Shigella a los antibióticos con un elevado porcentaje de resistencia a ácido nalidíxico (ref) y una rápida emergencia de cepas resistentes a cefalosporinas de tercera generación (ref). Interesantemente, la resistencia a ácido nalidíxico generalmente correlaciona con disminución de la susceptibilidad in vitro a ciprofloxacina y otras fluoroquinolonas de primera generación (ref), que estaría mediado por mutaciones de resistencia comunes a varios antimicrobianos (ref). Los resultados del estudio que comentamos indica que tal correlación no pareciera ocurrir in vivo.
  • Gatifloxacina es una fluoroquinolona de cuarta generación con actividad contra Gram positivos y Gram negativos con un espectro de acción más amplio que las fluoroquinolonas anteriores (ref). Como otras quinolonas, gatifloxacina penetra activamente en el citoplasma de las células fagocíticas y tiene por tanto actividad bactericida contra bacterias intracelulares como Shigella (ref). Gatifloxacina se absorbe bien en el tracto gastrointestinal con una biodisponibilidad de 100% por lo que se puede pasar a un paciente de terapia intravenosa a oral sin necesidad de ajustar la dosis; tiene un tiempo de vida media en plasma prolongado por lo que se puede administrar en una dosis al día (ref). Gatifloxacina está aprobado en los Estados Unidos para el tratamiento de neumonía adquirida en la comunidad, exacerbaciones agudas de bronquitis crónica, sinusitis aguda, infección urinaria complicada o no complicada, pielonefritis, gonorrea e infecciones no complicadas de la piel y faneras (ref). Varios ensayos clínicos han mostrado que gatifloxacina es muy efectiva en el tratamiento de fiebre tifoidea comparado con cefixima (ref), azitromicina (ref) o cloranfenicol (ref).
  • Gatifloxacina es un medicamento con buen perfil de seguridad y tolerancia; los eventos adversos más frecuentemente reportados en adultos son náusea (8%), diarrea (4%), cefalea (4%) y mareos (3%) (ref). Se ha reportado un estado de disglicemia (híper o hipoglicemia) asociado al uso de gatifloxacina; aunque el riesgo de disglicemia parece bajo, algunos recomiendan monitorear la glucosa sanguínea durante el tratamiento (ref). Gatifloxacina parece un medicamento seguro para niños; en un estudio de 867 niños con otitis media recurrente u otitis media aguda que no responde a medicación de primera línea y que fueron subsecuentemente tratados con gatifloxacina, ninguno desarrolló artropatía (ref).

(11-46) Trasplante fecal?…sí, trasplante fecal, una alternativa para tratar la infección severa y recurrente por Clostridium difficile

  • La enfermedad causada por Clostridium difficile está aumentando en incidencia y severidad y se está haciendo más refractaria al tratamiento convencional, debido posiblemente a la emergencia de cepas más virulentas como la cepa BI/NAP1 recientemente descrita (ref) (ref) (ref) (ref). La infección primaria por C. difficile se trata usualmente con metronidazol (250 mg 4 veces al día o 500 mg 3 veces al día por 10–14 días, por vía oral) o vancomicina (125 mg 4 veces al día por 10–14 días, por vía oral) y descontinuando el antibiótico supuestamente causal, siempre que esto sea posible (ref). De 15% a 35% de pacientes tratados que experimentan una mejoría inicial, presentan recurrencia de los síntomas 7-14 días después de terminar el tratamiento; hasta 65% de estos pacientes desarrollan a la larga un patrón recurrente o crónico de la enfermedad (ref) (ref). El tratamiento de la primera recurrencia se puede hacer con el mismo medicamento con el cual hubo una buena respuesta en el primer episodio ya que no hay evidencia que el desarrollo de resistencia sea la razón de la recurrencia (ref). Para los casos con falla terapéutica, una alternativa es utilizar dosis altas de vancomicina (administrada en pulsos o reduciendo progresivamente la dosis, para minimizar los efectos colaterales) que parece funcionar mejor que metronidazol (ref). En las formas recurrentes, sin embargo, la tasa de complicaciones serias como íleo o megacolon tóxico aumenta considerablemente con cada recurrencia (ref).
  • Este panorama de resultados pobres con los tratamientos actuales para esta
    enfermedad así como la presentación de situaciones especiales en las que no se puede utilizar la vía oral para administrar el tratamiento, ha motivado la búsqueda
    de tratamientos alternativos o complementarios. El hecho que la recurrencia
    ocurra después de un tiempo relativamente corto (7 a 14 días) sugiere que se
    trata de recaída (a partir de esporas de C. difficile que quedan en el tracto gastrointestinal) más que de reinfección (por ambientes contaminados o insuficiente higiene). La falla del huésped para montar una respuesta adecuada con anticuerpos tipo IgM o IgG contra la toxina A del C. difficile, una función defensiva que decae con la edad, es uno de los factores que posiblemente contribuyen a la recurrencia de la infección (ref). Es posible también que el tratamiento con metronidazol o vancomicina alteren la función protectora de la flora colónica normal estableciendo un círculo vicioso que hace al paciente más vulnerable a la recurrencia.
  • El tratamiento concomitante y/o complementario con probióticos es una alternativa razonable y prometedora aunque la evidencia acerca de su eficacia y seguridad es todavía muy limitada. Un metanálisis de 25 ensayos clínicos encontró que tres tipos de probióticos (Saccharomyces boulardii, Lactobacillus rhamnosus GG y una mezcla de L. acidophilus y B. bifidum) reducen significativamente el desarrollo de diarrea asociada a antibióticos (ref); el análisis de otros seis ensayos clínicos, de los cuales dos habían utilizado S. boulardii y los otros cuatro una variedad de otro tipo de probióticos, mostró que sólo S. boulardii, administrado por cuatro semanas, fue efectivo para reducir la recurrencia de enfermedad por C. difficile tratada inicialmente con metronidazol o vancomicina (ref). En otra revisión sistemática enfocada en ensayos clínicos diseñados para evaluar la eficacia de los probióticos en la prevención o tratamiento de la diarrea asociada a C. difficile, se resalta la heterogeneidad de los estudios en el probiótico elegido, la dosis utilizada y el criterio para diagnosticar la enfermedad que hace muy difícil sacar conclusiones válidas, indicando los autores que hacen falta estudios mejor diseñados y con mayor tamaño muestral antes de recomendar el uso rutinario de probióticos para prevenir o tratar esta infección (ref).
  • El trasplante fecal (llamado también eufemísticamente trasplante de microbiota
    intestinal o bacterioterapia fecal) es un procedimiento terapéutico que consiste en administrar una suspensión líquida de heces de un donante sano a un individuo enfermo con el propósito de restablecer su microbiota intestinal, cuando la alteración de esta microbiota es la causa de su enfermedad. La suspensión se
    administra en forma de enema o por sonda naso-gástrica o naso-duodenal o
    mediante colonoscopía (en el colon derecho) (ref). Aunque esta terapia se ha utilizado con cierto éxito en una variedad de enfermedades gastrointestinales como síndrome de intestino irritable y enfermedad inflamatoria intestinal (ref), su principal aplicación actual es en el tratamiento de la infección severa y recurrente por C. difficile, cuando fracasa el tratamiento estándar (ref) (ref). Es un
    procedimiento sencillo, de bajo costo y altamente efectivo que erradica la
    infección y restablece la microbiota normal. El primer trasplante fecal en la
    historia de la medicina moderna se hizo en 1958 en el tratamiento de colitis
    pseudomembranosa fulminante (ref). Pese al notable éxito conseguido en los casos tratados con esta técnica –92% de curación (ref)–, el reducido número de pacientes trasplantados hasta la fecha (poco más de 300 casos en diferentes centros del mundo) se debe posiblemente a temores sobre su seguridad y prejuicios sobre su aceptabilidad. Tres revisiones sistemáticas publicadas
    este año sobre esta terapia resaltan su elevado índice curativo (especialmente
    en casos más graves y complicados) y la casi ausencia de eventos adversos,
    auque señalan asimismo la necesidad de más estudios, mejor diseñados ya que su efectividad depende de la vía de administración, la cantidad de solución
    administrada, las características del donante y el tipo de tratamiento utilizado antes del trasplante(ref) (ref) (ref). En un editorial publicado también este año, Brandt LJ y col. proponen que el trasplante fecal sea “elevado lo antes posible a tratamiento de primera línea en pacientes con infección severa y deteriorante por C. difficile y sus complicaciones” (ref).

(11-2) Valor diagnóstico de la prueba de guayaco en tamizado de cáncer colorectal

Muestras de heces de setecientos setenta pacientes que iban a ser sometidos a colonoscopía para descarte rutinario de cáncer colorectal en cuatro centros de Corea se examinaron en paralelo para detectar sangre oculta mediante guayaco y un método inmunoquímico cuantitativo (qFIT) y comparar el valor diagnóstico predictivo de ambas pruebas (ref). La detección de sangre oculta mediante qFIT tuvo una mayor sensibilidad que la prueba de guayaco para detectar cáncer colorectal. Los autores señalan que la qFIT tiene una especificidad aceptable que puede reducir significativamente la necesidad de evaluación colonoscópica en la población que demanda tamizado de cáncer colorectal.