(13-69) Permeabilidad intestinal y neurotoxina derivada de eosinófilos (EDN): ¿Ayuda para el diagnóstico de alergia a proteína de leche de vaca en lactantes?

Los síntomas más frecuentes de Alergia a Proteína de Leche de Vaca (APLV) son  gastrointestinales. El mecanismo inmunológico que ocasiona el desarrollo de APLV aún no está claro; se sabe que puede ocurrir mediante anticuerpos (mayormente de la clase IgE) o por activación de células del sistema inmune (principalmente Th2 y Eosinófilos) (ref). El diagnóstico de esta condición se inicia con la sospecha  clínica que dan los síntomas y se confirma mediante dieta de eliminación por 2 a 4 semanas (exclusión de proteína de leche de vaca), con desaparición de los síntomas, seguida por un reto oral (re-exposición) y reaparición de los síntomas (ref). Continue reading “(13-69) Permeabilidad intestinal y neurotoxina derivada de eosinófilos (EDN): ¿Ayuda para el diagnóstico de alergia a proteína de leche de vaca en lactantes?”

(13-68) Alergia a la proteína de leche de vaca: causa importante de dermatitis perianal recurrente en lactantes

La Alergia a Proteína de Leche de Vaca (APLV) afecta del 2 – 6% de niños, con mayor prevalencia en el primer año de vida (ref). Las manifestaciones clínicas pueden dividirse en mediadas por Ig E, con inicio de los síntomas dentro de los treinta minutos posteriores a la ingesta; no mediadas por Ig E, con manifestaciones que ocurren horas a días después de la ingesta y reacciones mixtas IgE / no-IgE. La sintomatología puede ser respiratoria, gastrointestinal, dermatológica, hematológica y generalizada (ref) (ref). Continue reading “(13-68) Alergia a la proteína de leche de vaca: causa importante de dermatitis perianal recurrente en lactantes”

(12-67) Polietilenglicol 3350 a dosis altas es seguro y eficaz en niños para limpieza de colon en un solo día – ¿Podemos usarlo en estreñidos con impactación fecal?

Polietilenglicol (PEG) es un polímero inorgánico con peso molecular medio de 3350, soluble en agua, no absorbible y no metabolizable por bacterias colónicas. Actúa como laxante osmótico reteniendo en la luz intestinal el líquido y los electrolitos ingeridos, con absorción o eliminación neta de agua, sodio o potasio mínima o casi nula. Se dispone de PEG 3350 sin electrolitos o en combinación con electrolitos (ref) (ref).

Durante la última década se ha extendido el uso por los gastroenterólogos pediatras del PEG 3350 sin electrolitos a dosis altas para limpieza de colon antes de realizar una colonoscopia, a pesar de no estar aún aprobado por la FDA para tal uso en adultos ni en niños. Continue reading “(12-67) Polietilenglicol 3350 a dosis altas es seguro y eficaz en niños para limpieza de colon en un solo día – ¿Podemos usarlo en estreñidos con impactación fecal?”

(12-66) ¿Podría diagnosticarse precozmente atresia de vías biliares en neonatos a través de exámenes serológicos?

La atresia de vías biliares (AVB) es una enfermedad poco frecuente pero grave, que afecta a neonatos y lactantes. Se presenta aproximadamente en 5-32/100,000 nacidos vivos y es más común en el sexo femenino (ref). El retraso en el diagnóstico es un problema en todo el mundo y no ha variado mucho en las últimas tres décadas (ref). La detección precoz para realizar una intervención quirúrgica temprana (procedimiento de Kasai) se correlaciona con un buen pronóstico a largo plazo y viceversa (ref) (ref). No existen aun métodos diagnósticos no invasivos validados que permitan identificar con certeza a los niños que padecen AVB. Actualmente, el diagnóstico definitivo requiere colangiografía y biopsia hepática. La colangiografía por laparoscopia es un procedimiento sencillo; sin embargo, es invasivo y requiere un equipo experimentado no siempre disponible (ref).

Zai Song et al del Department of Pediatric Surgery, Children’s Hospital of Fudan University, Shanghai, China, evaluaron el valor diagnóstico de exámenes en sangre que faciliten la diferenciación entre AVB y otras enfermedades colestásicas en el neonato (ref). Los avances recientes en proteómica (estudio a gran escala de las proteínas, en particular su estructura y función) (ref) permiten descubrir biomarcadores en fluidos biológicos incluyendo el suero. Los investigadores utilizaron la tecnología SELDI-TOF-MS (Espectrometría de Masas en “Tiempo de Vuelo” mediante Desorción – Ionización por Láser de Superficie, una técnica de proteómica que analiza mezclas complejas de proteínas) para identificar potenciales patrones proteicos específicos de AVB; luego purificaron los biomarcadores proteicos candidatos utilizando HPLC (Cromatografía Líquida de Alta Resolución) y se cuantificaron por ELISA.

El estudio: Los investigadores obtuvieron muestras séricas de 42 bebés con AVB (antes del tratamiento quirúrgico), 38 bebés con colestasis neonatal por otras causas (No-AVB) y 36 controles sanos (HC). Los niños con AVB y colestasis neonatal No-AVB tenían diagnóstico confirmado por anatomía patológica. Los grupos fueron similares en edad y sexo. Se dividieron aleatoriamente en grupo de ensayo (22AVB, 20 No-AVB y 20 HC) y grupo de prueba (20 AVB, 18 no-AVB y 16 HC). Las muestras del grupo de ensayo se procesaron para identificar patrones proteicos específicos por SELDI-TOF-MS y las muestras del grupo de prueba para validar el modelo utilizado. Se identificaron y purificaron los biomarcadores proteicos, luego se estableció la sensibilidad (probabilidad de predecir AVB), especificidad (probabilidad de descartar AVB y el valor predictivo positivo de cada marcador.

Los resultados: Se encontraron 21 picos de proteínas regulados positivamente (concentración incrementada respecto a los grupos control) y 4 regulados negativamente (concentración disminuida respecto a los grupos control) en el grupo con AVB. Se seleccionaron dos potenciales marcadores proteicos, los cuales combinados tenían una sensibilidad de 95% y especificidad de 93%: Apo-CII (componente proteico de lipoproteínas de muy baja densidad y quilomicrones) y Apo-CIII (componente proteico de lipoproteínas de extremada baja densidad). Los niveles de Apo-CII fueron significativamente menores en AVB comparado a controles sanos y significativamente mayores respecto a colestasis neonatal No-AVB (AVB: 67.55±3.53, No-AVB: 59.83±4.96, HC: 99.32±9.07 ng/mL, p<0.05). Los niveles de Apo-CIII fueron significativamente mayores en AVB comparado a controles sanos y colestasis No-AVB (AVB: 1113±87.71, No-AVB: 703.4±67.82, HC: 786.5±75.0 ng/mL, p<0.05).

Las implicancias: Al estar en contacto con todos los tejidos, la sangre refleja el estado fisiológico y patológico del organismo. Los cambios séricos se producen antes que aparezcan síntomas clínicos y tienen valor para un diagnóstico precoz. El estudio sugiere que Apo-CII y Apo-CIII son buenos candidatos como biomarcadores para el diagnóstico de atresia de vías biliares y ambos pueden ser detectados y cuantificados por ELISA. Aunque dos estudios previos también identificaron Apo-CII como marcador de AVB (ref) (ref), el estudio que resumimos aquí es el primero que identifica Apo C-III como otro posible biomarcador de AVB. Si bien se requieren estudios adicionales confirmatorios con mayor número de población y en bebés con colestasis que aún no tengan diagnóstico etiológico, son hallazgos importantes con potencial aplicación clínica a futuro. No olvidemos que si un bebé presenta ictericia que persiste después de las 2 semanas de vida es indispensable determinar rápidamente si se trata de hiperbilirrubinemia directa o indirecta. Identificar a los bebés con colestasis (hiperbilirrubinemia directa) permite no retrasar el diagnóstico de AVB, con el método que esté disponible en el momento.